Una oenegé de protección de los océanos anunció el lunes que presentó una demanda contra un acuario francés por la muerte prematura de 30 tiburones martillo, una especie en peligro de extinción.
La demanda fue presentada después de que el acuario Nausicaà, ubicado en la ciudad portuaria de Boulogne sur Mer, en el norte de Francia, señalara el jueves que su último tiburón martillo, adquirido en aguas australianas hace ocho años, había muerto a causa de una infección por hongos.
El animal había dejado de alimentarse tres semanas antes y había sido puesto bajo observación. Murió por el mismo hongo que causó la muerte de otros 29 tiburones martillo en este acuario.
Nausicaà, que es considerado el acuario público más grande de Europa, dijo que está investigando las causas de la muerte prematura de este tiburón que, según los científicos, puede vivir de 20 a 30 años en estado salvaje.
Pero la organización no gubernamental Sea Shepherd pidió el lunes una investigación sobre las condiciones de su cautiverio en este acuario.
"Sólo la codicia, unida a la incompetencia y a la irresponsabilidad flagrante, puede explicar esta matanza", estimó la oenegé.
El tiburón martillo, que puede alcanzar cuatro metros de longitud, figura en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Cuando anunció la muerte del animal el jueves, Nausicaa recordó que el tiburón martillo es una especie en "peligro" por sus aletas, que son un preciado manjar en gran parte de Asia.