Los residuos, ya sea directa o indirectamente, se perfilan como importantes contribuyentes a la triple problemática ambiental que enfrentamos en la actualidad: la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
Según datos de Greenpeace (2023), en Colombia se generan 25.000 toneladas de residuos sólidos a diario, de los cuales sólo el 13% se recupera e integra nuevamente en el ciclo productivo, y el 7% es recuperado y comercializado por recicladores de oficio.
La gestión adecuada de los residuos sólidos se presenta como un desafío global que demanda estrategias innovadoras y un compromiso conjunto de las autoridades y la sociedad civil.
Lea: Navidad tecnológica: El cambio en las preferencias de regalos
El Gobierno nacional ha establecido, a través de su Plan Nacional de Desarrollo 2022-2016, la implementación obligatoria del Sistema de Gestión Basura Cero (SGBC) para todos los municipios de Colombia en un plazo máximo de un año a partir de la entrada en vigor de la Ley 274 de 2023.
Este programa, liderado por el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, tiene como objetivo promover soluciones que den prioridad al tratamiento y aprovechamiento de residuos, al mismo tiempo que impulsa la economía circular y dignifica la labor de los recicladores de oficio.
Región comprometida
En Norte de Santander se han logrado avances significativos en este ámbito en los últimos años, gracias a la implementación de políticas y programas destinados a fomentar la reducción, reutilización y reciclaje de residuos, así como una disposición final adecuada. Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la actualización del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS) de Cúcuta.
Este plan, alineado con el modelo de economía circular y en concordancia con los lineamientos del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) 3874 de 2016 y la Estrategia Nacional de Economía Circular (2018), ha contribuido significativamente a la reducción del volumen de residuos enviados al relleno sanitario El Guayabal, lugar donde se deposita la basura de 22 municipios de Norte de Santander.
Respecto a los residuos posconsumo o de manejo especial, se han establecido puntos limpios en diversos espacios de Cúcuta y se han forjado alianzas con la academia, corporaciones posconsumo, empresas privadas, líderes gremiales y organizaciones comunitarias, como parte de la responsabilidad extendida del productor para fomentar la separación en origen y la entrega de residuos como llantas, electrodomésticos, baterías, insecticidas, pilas y computadoras.
Según un estudio de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz y otros aliados del proyecto, la recolección de residuos posconsumo en Norte de Santander se sitúa actualmente en el 0,17%, una cifra que se busca elevar al 20% en los próximos años mediante el proyecto LLEBIPC (llantas, electrodomésticos, baterías, insecticidas, pilas y computadoras) en cinco municipios del Área Metropolitana.
Desde la Universidad Simón Bolívar, dado su gran compromiso con generar valor en la formación de sus estudiantes de manera voluntaria, se han adoptado políticas y prácticas con el fin de minimizar la producción de residuos, mejorar la separación y el reciclaje e incluso, explorar opciones de valorización de residuos.
Internamente se cuenta con el Programa de Gestión Integral de Residuos (PGIR) donde se establecen los procedimientos, procesos y actividades encaminadas a identificar y darle manejo a los residuos generados en el interior de la Institución de Educación Superior, en concordancia con el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) número 12: Producción y consumo responsable.
Manténgase informado: Así le fue a la economía de Cúcuta y Norte de Santander durante el 2023
Así mismo, la Unisimón cuenta con la implementación del Sistema de Gestión Basura Cero, enfocado a la mejora continua por medio de la implementación de la metodología de Planificar, Hacer, Verificar y Actuar (PHVA).
Los retos
A pesar de estos logros, persisten desafíos en el manejo de residuos sólidos en la región, destacando la necesidad de fortalecer la infraestructura para el tratamiento y disposición final adecuada de los residuos, diseñando productos para ser reutilizados y reciclados.
Así como de fomentar una mayor participación ciudadana en prácticas sostenibles de gestión generando cambios de comportamiento tanto en productores como en consumidores, promoviendo el consumo responsable a través de programas de incentivos, educación y sensibilización que empoderen a la ciudadanía para contribuir activamente a la solución.
De igual forma, se requiere una mayor inversión en tecnologías limpias y procesos innovadores que impulsen la producción sostenible y permitan aprovechar al máximo los recursos contenidos en los residuos.
En conclusión, los avances en el manejo de residuos sólidos en Norte de Santander reflejan el compromiso y trabajo conjunto de las autoridades, la sociedad civil y el sector privado.
Estas iniciativas han permitido reducir la cantidad de residuos enviados al relleno sanitario, promoviendo el reciclaje y generando conciencia sobre la importancia de una gestión adecuada de los desechos.
No obstante, se reconoce que aún queda mucho por hacer para lograr una gestión integral y sostenible de los residuos sólidos en el departamento.
El correcto manejo de los residuos que se generan son responsabilidad de cada uno de los conciudadanos; además de ser una obligación legal, es un gran compromiso con el medio ambiente.
Redacción
Neydy Aranzales Mogollón
Por Ingeniera ambiental y líder del área de Gestión Ambiental de la Universidad Simón Bolívar
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion