Sobre los avances en políticas orientadas a la protección del medio ambiente en Colombia habló desde Cúcuta el ministro de esa cartera Luis Gilberto Murillo.
¿Qué tanto ha avanzado el país en políticas de proyección ambiental?
Este Gobierno comenzó unas reformas importantes en materia ambiental. Cuando asumió la presidencia Juan Manuel Santos el país estaba en la feria de los títulos mineros, lo que generó desafíos ambientales. Al mismo tiempo el tema ambiental tomaba más fuerza, inclusive no solo en la conciencia de los colombianos, sino en los debates internacionales. Se tomaron entonces decisiones como restablecer el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Se creó un sistema moderno de gestión de riesgos y desastres que hoy es modelo a nivel internacional. Se consolidó el Fondo Adaptación y se fortaleció la Unidad Administrativa Especial de Parques Nacionales Naturales, así como la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales y el Ideam. Eso ha permitido que hoy estemos en medio de lo que yo llamo una gran transformación silenciosa.
¿Cuál es la realidad sobre las garantías que se dan para la conservación del páramo Santurbán como un recurso realmente protegido?
No se puede, no vamos a dejar y no se va a hacer minería en los páramos. Lo digo porque es una preferencia de la sociedad colombiana. Es un compromiso de este Gobierno, además hay leyes que así nos lo indican y sentencias de la Corte Constitucional que así también lo han establecido. En este caso específico tenemos sentencia T361 de 2017, que establece que se debe hacer un proceso de participación para revisar la delimitación que se hizo en el año 2014. La opinión pública debe saber que esta delimitación fue muy técnica. La Corte dice varias cosas: el páramo está protegido y su mecanismo de protección está funcionando…
Se pudo comprobar que la calidad del agua que se genera en Santurbán y Berlín tiene óptimas condiciones. En ese sentido, la Corte no ampara el derecho a un ambiente sano y el derecho al agua porque dice eso, lo que ampara la Corte es el derecho a la participación, profundizarla y eso es lo que estamos haciendo.
¿Cómo está la deforestación en el país? ¿Se ha contenido?
Es una gran preocupación, la deforestación se incrementó del año 2015 al 2016. Estamos haciendo todo lo posible para reversar esta tendencia. Sin embargo, tiene que ver mucho con el cambio de la dinámica regional. La dinámica del conflicto y la dinámica institucional ha llevado a que se haya generado mucha especulación.
En las zonas de conflictos muy intensos como la del Catatumbo hay redes criminales internas, allá hay grupos al margen de la ley que están generando actividades de tala de bosques. El otro factor es la expansión de cultivos ilícitos y ese es un fenómeno que se vive en esta región de Norte de Santander. Entonces, se tumban bosques para sembrar coca y eso ha aumentado la deforestación.
También influye la extracción ilícita de minerales y esto no solo requiere una respuesta de MinAmbiente y el sistema nacional ambiental, sino también de las corporaciones regionales y la sociedad.
¿En cuánto a los ríos, ¿cuáles son las políticas y el énfasis que se está haciendo para su protección?
El manejo de cuencas lo estamos abordando de manera integral. Lo primero es la delimitación de los páramos y la protección de fábrica dea agua en la cuenca alta. Lo segundo tiene que ver con el avance de los planes de ordenación y manejo de las cuencas, los Pomcas (Planes de Ordenación y Manejos de Cuencas Hidrográficas) que realmente nos da una zonificación con una perspectiva de cuenca integral y el tercero tiene que ver con la delimitación de humedales y su protección.
En las acciones que se han tomado a partir de este año ninguna industria (legal) puede utilizar mercurio en actividades mineras y además de eso se han tomado unas medidas de control por parte de la Fuerza Pública para garantizar que cerca de 26 mil toneladas de pescado se les haya evitado su contaminación y esto ya son indicadores muy importantes pero todavía se tienen que seguir haciendo esfuerzos.
¿Son útiles las corporaciones regionales?
Sí y lo he vivido. Creo que no hay una institución perfecta en el país pero las corporaciones hacen un buen trabajo con las herramientas que tienen. Todas muestran experiencias muy positivas. Hay unas buenas y otras menos buenas. Nosotros hemos tomado y aprendido de las corporaciones todo lo relacionado con los insumos para poder expedir la ley de pagos por servicios ambientales que se basa en la iniciativa de esas entidades de pagarles a las comunidades por conservar ecosistemas. Corponor es un buen ejemplo de eficiencia.
¿Cuál es la participación de Colombia en las políticas internacionales de protección del medio ambiente?
Una participación de liderazgo. Colombia diseñó los 17 objetivos de desarrollo sostenible que tenemos y presidió la sesión del Ecosoc (Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas) que aprobó estos objetivos y hemos sido líderes en este sentido. En materia de cambio climático Colombia también es reconocida como líder a nivel internacional y hay varios factores que así lo demuestran. En 2017 ya teníamos el 13,9 por ciento de nuestro territorio marino protegido, o sea que cumplimos la meta Aichi con 3 años de anticipación y eso le da más fortaleza a Colombia.
Los dividendos de la paz nos permitió ir a zonas donde no podíamos ir antes y hacer levantamientos de estudios y avanzar en áreas protegidas, por eso hemos logrado estas metas. Colombia es el primer país con mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado y es el segundo país en términos generales de biodiversidad después de Brasil. Está entre los 17 centros de biodiversidad del mundo.
¿Cuáles son los avances logrados en el país en la lucha contra la minería ilegal?
Se han hecho operativos que ha llevado a que se desmantelen redes criminales en torno a la extracción ilícita de minerales sobre todo en zonas como Chocó. Allí se han dado golpes efectivos y también en el sur del país y en el sur de Bolívar. Sin embargo, todavía quedan muchos retos.