Por: Donamaris
Ésta época nos ha permitido reconocer, resaltar, admirar y apreciar el inconmensurable servicio de las personas que sin tener capa se convirtieron en nuestros héroes contemporáneos. El estar en la primera línea de atención, dando el todo por el todo, exponiendo y ofrendando sus vidas, son acciones que terrenalmente admiramos, agradecemos y que indudablemente el TODOPODEROSO premiará con la vida ETERNA, por haberse dedicado a ofrecer una mejor calidad de vida a sus pacientes y en muchos casos salvarles la vida.
El Médico Franklin ejerció con solvencia su Juramento Hipocrático. Con un inmenso Compromiso se entregó a sus pacientes, más que por Obligación por un deseo personalísimo de cumplirlo; lo vio como una forma de ofrecer su privilegiada inteligencia al servicio la humanidad, me consta que no ahorró esfuerzos para hacerlo. Siempre estuvo listo a socorrer, incluso hasta los últimos días de su aún joven existencia, ya que por la ausencia de médicos Intensivistas en la ciudad para atender las Unidades de Cuidados Intensivos, él se puso a disposición voluntariamente para hacerlo, lo anterior debido a que por ser Especializado con lujo de detalles como Internista, le quiso ofrecer a los más enfermos 16 horas diarias de su atención.
En pocas palabras murió tributando su vida. Franklin Durán Omeara siempre combatió las injusticias, fue ampliamente caritativo y aún sin necesitarlo económicamente ejerció su profesión con voluntad propia, fue siempre atentísimo y prestó un servicio UNO A. Franklin era muy acertado, vivía actualizado a nivel mundial, hablaba varios idiomas, entre otros el alemán, inglés y francés. Se mantenía en comunicación con muchos médicos en varias partes del mundo, últimamente estaba haciendo investigación en el tema del coronavirus.
Hace algunos meses junto a mi amigo Benjamín lo saludamos en una panadería, estaba sólo en la mitad de un largo día de servicio y a las 5 pm hizo un brake para al mejor estilo cucuteño comerse una hayaca, con pan y chocolate. Refiero la anterior anécdota que puede parecer trivial, para destacar que fue un muy buen Paisano, amó, defendió y desde la medicina trabajó por Cúcuta. Ayer, tras largos meses de jornadas diarias muy extensas, un paro cardíaco se llevò a nuestro amigo Franklin. Hace varios años se le había adelantado en su viaje su hermano menor Eder, con quien podrán ahora jugar baloncesto en el cielo. Para Doña Aminta, su amada Mamita y Don Jorge, su querido y admirado Papá, mi voz de ESPERANZA Y FORTALEZA.
El dolor que hoy esto representa para sus hijos Miguel Eduardo y María Camila se compensará con el paso de las hojas del calendario, con la posibilidad de seguir teniéndolo por siempre presente en sus corazones a través del recuerdo y el honor de ser los descendientes de este excelente ser. Saludos a sus hermanos Alberto y Jaime. Así como a su prima Yolanda Durán y todos sus familiares. La partida de Franklin nos permite recordar lo rápido que pasa la vida, así como se nos escapa el agua al apretar las manos, aun cuando querramos mantenerla allí. Buen Viaje Franklin.