El ciclista australiano Kaden Groves (Alpecin) se impuso al esprint en la quinta etapa del Giro de Italia, disputada este miércoles entre Atripalda y Salerno, con 171 km de recorrido.
El noruego Andréas Leknessund conserva la 'maglia' rosa de líder de la carrera con 28 segundos de ventaja sobre el belga Remco Evenepoel, que sufrió dos caídas sin aparentes consecuencias en un día marcado por los numerosos accidentes al final de la etapa.
Debía ser una etapa de las mal llamadas "de transición", sin grandes dificultades en el recorrido ni trampas en la carretera, pero la constante lluvia convirtió el asfalto en una pista de patinaje y se multiplicaron las caídas, que a punto estuvieron de provocar un vuelco en el desarrollo de la carrera.
Apenas se habían recorrido 20 km desde la salida en Atripalda cuando al paso por un pueblo sin historia se cruzó en la carretera un perro y un ciclista del Soudal-Quick-Step, el equipo de Evenepoel, se desequilibró.
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Eso provocó que varios ciclistas, como fichas de dominó, fueran cayendo unos después de otros, entre ellos el propio Evenepoel, vigente campeón del mundo y 'maglia' rosa en los primeros días de este Giro.
Las alarmas se dispararon cuando las cámaras de la televisión italiana captaron la imagen de Evenepoel sentado en el arcén, sin aparentes daños físicos, pero que se tomó su tiempo para reincorporarse a la carrera. Minutos después, ya sobre su bicicleta, la televisión volvió a mostrar al belga, que levantó el pulgar como señal de que todo iba bien.
Pero Evenepoel volvió a caerse, esta vez a menos de tres kilómetros de la meta, cuando se paran los tiempos en caso de incidentes. Cruzó la meta sin aparentes daños, pero visiblemente enojado, pese a que las caídas no tuvieron incidencia en la clasificación general.
"Después de la segunda caída, le dolía mucho el costado derecho. Tiene un hematoma muscular y dolor en el sacro, en la base de la columna", explicó por la noche el médico de su equipo, Toon Cruyt.
"Esperemos que con un buen masaje y una buena noche de sueño pueda estar mejor. Sabremos más el jueves, pero lo que es cierto es que la sexta etapa será difícil para él", añadió.
Lo sucedido viene a recordar que el ciclismo es un deporte impredecible, en el que todo puede pasar y nada hay decidido hasta que se cruza la meta.
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Muchos han sido los episodios en los que animales se cruzaron en la carretera: perros, ovejas y hasta una vaca, en el Tour de Francia en la subida al Tourmalet en 2015.
Roglic, Gaviria o Cavendish, al suelo
Varios campeones pagaron un alto precio por estos accidentes: Marco Pantani tuvo que abandonar el Giro en 1997 por una caída provocada por un gato -negro, por supuesto- en el descenso del Valico di Chiunzi... que el pelotón recorrerá de nuevo el jueves.
Las caídas tomaron protagonismo también al final de esta jornada. La primera rompió el pelotón en dos a falta de siete kilómetros para Salerno y afectó, entre otros, al esloveno Primoz Roglic, el gran rival de Evenepoel por el triunfo final, y al colombiano Fernando Gaviria, que dejó al velocista del Movistar sin posibilidad de meterse en el esprint por la victoria de etapa.
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A tres para el final se produjo la ya reseñada caída de Evenepoel y el británico Mark Cavendish se cayó justo cuando pisaba la línea de meta, que cruzó en quinto lugar.
Tras el vencedor Groves, el italiano Jonhathan Milan y el danés Mads Pedersen, quedaron segundo y tercero respectivamente.
El líder sigue siendo el noruego Andreas Leknessund antes de afrontar la etapa del jueves, con inicio y final en Nápoles tras recorrer 162 km y la previsión de una llegada al esprint.
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