La actividad laboral no ha logrado recuperar del todo los niveles anteriores a la pandemia y las brechas educativas que se ampliaron a causa de esa situación, dificultan aún más la búsqueda de empleo para algunos sectores de la población, según el Informe Nacional de Empleo Inclusivo 2021-2022, que llegó a su tercera edición.
El informe fue desarrollado por la Alianza por la Inclusión Laboral, conformada por Fundación Corona, Fundación ANDI y USAID a través de ACDI/VOCA y por primera vez el PNUD como aliado estratégico.
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“Para enfrentar los retos que tenemos como país, se necesitan lecturas integrales de los datos que relacionen las problemáticas en educación, intermediación laboral y empleo, para que se pueda dar una toma de decisiones basada en evidencias, de manera más ágil, constante y con desagregaciones poblacionales y territoriales”, indicó Angela Sabogal, Coordinadora de la Alianza para la Inclusión Laboral.
Según el informe, las personas pobres se han reconectado menos con el sistema educativo y han recuperado menos aprendizajes, y en empleo, son aquellos que están en situación de pobreza quienes acceden a menos empleos formales. Son poblaciones como las mujeres y los grupos étnicos quienes enfrentan más barreras.
Aunque en 2021 la matrícula de la educación media tuvo la mayor tasa de crecimiento de los últimos años, la tasa de cobertura neta sigue siendo la más baja en comparación con otros niveles escolares (48,7 %).
Además, el 70% de los jóvenes entre 15 y 16 años que no asistió a establecimientos educativos pertenecían a una familia pobre. En 2021 el 54 % de los jóvenes que no asistieron al colegio, lo hizo por estar trabajando o realizando labores del hogar.
Y son muy palpables las diferencias entre el puntaje promedio de las Pruebas Saber 11 entre escuelas urbanas (252 puntos) y rurales (227 puntos).
“Es indispensable trabajar por la permanencia en la escuela de los jóvenes más vulnerables. A pesar de constantes llamados y múltiples esfuerzos para mejorar la calidad de la educación media, especialmente en aquellos territorios y grupos más rezagados, esto continúa siendo un desafío estructural del sistema educativo, especialmente después de los rezagos de aprendizaje ocasionados por el cierre de los establecimientos educativos durante la pandemia”, manifestó Catalina Martínez, directora de la Fundación ANDI.
Para 2021 las personas que se graduaron de la educación media estuvieron 9,8 puntos porcentuales más ocupados respecto a los que llegaron a graduarse de primaria. 8 de cada 10 personas que no terminan la primaria están en la informalidad.
En cambio, quienes tuvieron acceso a educación posmedia tuvieron un salario promedio del doble de los graduados de media y casi 3 veces mayor en relación con los graduados de básica primaria y básica secundaria.
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