Este viernes, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, denunció que entre enero y julio de este año murieron 1.852 personas mayores de 60 años de manera violenta y otras 273 se suicidaron. Razón por la cual la entidad pidió redoblar los esfuerzos, medidas y acciones para erradicar y sancionar toda clase de violencia contra esta población.
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739 de estos adultos mayores fallecieron en accidentes de tránsito, 518 en otro tipo de accidentes, 322 fueron asesinados y otras 273 se suicidaron, según el reporte “Violencias contra las personas mayores en Colombia, los derechos no envejecen”.
Estas cifras reflejan una especial preocupación para la Defensoría pues los suicidios aumentaron un 27% en comparación con el año anterior, porque entre enero y julio del 2020 ocurrieron 237 y en el mismo lapso del 2021 fueron reportados 273, mientras que los homicidios aumentaron de 262 en 2020 a 322 en 2021 (22% más).
El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó además 1.673 casos de violencia interpersonal, 1.207 de violencia intrafamiliar y 36 reportes por presunto abuso sexual a personas mayores.
“En todos los aspectos, este es un panorama que se está agravando y por eso nos preocupa e instamos a las instituciones de salud y a las autoridades y, sobre todo, a las familias, a que tomemos decisiones y acciones que protejan la vida, la integridad y la salud de los adultos mayores en el país. Además, en medio de la pandemia, debemos vigilar su cuidado físico y poner especial atención a su salud mental”, agregó el Defensor del Pueblo.
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Por último, la Defensoría del Pueblo instó a cumplir con lo dispuesto en la Convención Americana de Derechos Humanos en su artículo 5, así como con lo establecido en la Ley 1251 de 2008, la cual establece que en la Política Nacional de Envejecimiento y Vejez se deben incluir medidas y acciones destinadas específicamente a erradicar y sancionar todo tipo de violencias, abusos y discriminación individual y colectiva contra las mujeres mayores, en tanto que esta población requiere de cuidado y protección especial.
“En el interior de todas las familias tenemos el deber sagrado de cuidar a las personas de la tercera edad. Y desde las instituciones, es de vital importancia promover acciones destinadas para la prevención y reducción de las situaciones de riesgo y vulneración de derechos hacia las personas mayores”, concluyó Carlos Camargo.
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