Una comisión de la Contraloría General de la República se desplazó este viernes hacia la Clínica Foscal, ubicada en Floridablanca, Santander, con el fin de determinar las causas y fallas que se presentaron en el proceso de vacunación contra la COVID-19 en el que una enfermera utilizó una jeringa vacía para inyectar a una mujer de 82 años.

Según Lina María Aldana, contralora delegada para el sector Salud, como parte de su seguimiento permanente al plan de vacunación, la Contraloría recibió la denuncia sobre el caso en la Clínica Foscal y procedió a las respectivas investigaciones.

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“En estos momentos se ha desplazado un equipo de la Contraloría General para poder determinar cuáles fueron las causas que dieron lugar a este tipo de hechos”, indicó Aldana.

La comisión, encabezada por Nelson Mantilla, gerente departamental en Santander, indagará por qué Celina Bautista de Alvarado, de 82 años, fue vacunada con una jeringa vacía, y posteriormente fue vacunada correctamente luego de que su acompañante evidenciara el suceso.

Según indicó Aldana, la Contraloría ya le solicitó a la Secretaría departamental de Salud el reporte sobre si se iniciaron o no las investigaciones respectivas que den lugar a una sanción o amonestación por la presunta falla en el proceso de vacunación.

“Seguiremos realizando este seguimiento para poder determinar desde la contraloría general de la república si los recursos se vienen ejecutando de forma correcta”, explicó la funcionaria.

Tras el suceso, la Clínica Foscal indicó que su hospital es una organización que ha cumplido todos los protocolos que ha emitido el Ministerio de Salud. Pero indicaron que sus servicios “no escapan de los riesgos y defectos de los insumos”.