Imagínese por un momento que a usted se le encomiende un trabajo, hacerles mantenimiento a los cables de uno de los teleféricos más extensos del mundo, a una temperatura cercana a los 40 grados y en un terreno semejante a un desierto. ¿Se le mediría?
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Pues esta misión se les encomendó a cerca de 30 hombres, especialistas en la materia, quienes trabajan desde el pasado lunes, bajo condiciones extremas, para darles ‘nueva vida’ a los cables que sostienen 39 cabinas que hacen parte del cable aéreo del Parque Nacional del Chicamocha.
Uno de los líderes de esta operación es Enrique Zabala Otero, técnico en cables de la empresa ArcelorMittal. Este hombre, de nacionalidad española, ha estado en los cinco continentes en los que esta compañía suministró los cables aéreos para los sistemas teleféricos, incluido el de Santander.
El español, junto a 29 hombres más realizan un recorte de los cables del teleférico en el Cañón del Chicamocha, que, por el paso del tiempo, de las condiciones del clima y otros factores sufren distensión o van perdiendo su resistencia.
Mientras las cabinas del teleférico se dejan parqueadas en la estación de la Mesa de Los Santos, los operarios, con ayuda de maquinaria especializada, que se transportó en grandes barcos hasta el país, descuelgan los cables de las torres, cortan el sobrante y realizan una nueva unión de las guayas.
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“Se realiza un acortamiento de cable para que el recorrido del carro tensor, en la estación, pueda seguir trabajando. Quitamos cerca de dos metros y medio de cable, se realiza una operación de apertura del empalme, se unen las puntas y se vuelve a cerrar”, explicó Zabala Otero.
Una de las fases más delicadas de este mantenimiento es la unión de los cables. Cuando se cortan las guayas, el ‘alma’ del cable queda expuesta y se debe adelantar un milimétrico empalme de los dos extremos con ayuda de un plástico elaborado en plástico y nailon. A los dos extremos se les hacen una especie de nudos, se les devuelve su torsión original y se dejan los cables como de fábrica.
En tal sentido, el director de la Corporación Santandereana de Cultura y Turismo Sostenible, Corsant, Uriel Mendoza Arenas, “el recorte del cable le da cerca de 15 años más de vida útil a los cables. Esto evitará que haya que cambiarlos y gastar recursos millonarios. La inversión para el recorte es de cerca de $2.500 millones entre el Parque Nacional del Chicamocha y el Cerro del Santísimo. Los cables nuevos para los dos parques cuestan cerca de $35.000 millones. Es un ahorro significativo”.
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Mendoza Arenas dijo que, además del mantenimiento a los cables, se adelantará una “repotencialización de las cabinas, magnetrografía y sistema operativo, de acuerdo con normativas internacionales, destacando que somos pocos los parques en el país que cumplimos con estos estándares”.
El directivo destacó que estos mantenimientos garantizan la seguridad de los usuarios que, para el caso de Panachi, recorren cerca de 6,3 kilómetros entre las estaciones del parque Panachi, la del Río y Plazuela Mesa de Los Santos.
Para facilitar los trabajos en el Parque Nacional del Chicamocha, el teleférico estará cerrado hasta el próximo 4 de marzo y retomará operaciones el 5 de marzo. Cabe aclarar que Panachi, sus atracciones y el Acuaparque estarán abiertos al público en su horario habitual. La zona comercial de la Plazuela Mesa de los Santos también operará en su horario normal de atención.
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