Mientras en la tarde del miércoles las autoridades anunciaban con ‘bombos y platillos’ los resultados operativos que arrojaba, hasta el momento, el Plan Catatumbo en contra del Ejército de Liberación Nacional (Eln), miembros de ese grupo armado planeaban su próximo ataque, lo que nadie pensó era la magnitud de este y la manera sistemática como sucedió, terminando por generar graves afectaciones en Cúcuta y Villa del Rosario.
Y es que, aunque ya existía una alerta de los posibles ataques que se presentarían finalizando febrero, tal parece que las autoridades no estaban del todo preparadas para estos hechos.
Internamente, la Policía Metropolitana de Cúcuta informó a todas sus unidades sobre las fechas conmemorativas de ambos grupos subversivos, el Eln y la disidencia de las Farc, por lo que se debían tomar medidas al respecto por si se presentaba alguna eventualidad.
Le puede interesar: Otro ataque terrorista en Norte de Santander: asesinan al conductor y le prenden fuego a su camión
En el mensaje se incluía la fecha del 20 de febrero de 1974 cuando fue abatido el exclérigo Domingo Laín Sáenz, un cabecilla del Eln.
Aunque ese Frente que lleva por nombre al exclérigo no tendría injerencia en Norte de Santander, una fuente judicial explicó que hay dos células de esa estructura que se trasladaron desde Arauca a apoyar el conflicto armado en el Catatumbo y estarían instaladas en el departamento.
Teniendo en cuenta esa información de inteligencia, la Mecuc tenía claro lo que podría pasar. El mensaje decía: “Frente a este contexto, se podrían generar afectaciones contra dispositivos móviles, fijos a instalaciones militares y de policía, mediante las modalidades de lanzamiento o activación de artefactos explosivos, francotiro, plan pistola, hostigamiento y emboscada. Así mismo, el desarrollo de posibles actividades de tipo ideológico y propagandístico (grafitis, pendones, pasacalles, banderas y panfletos)”.
Pero aun así, el caos no se pudo detener, pues el Eln ya tenía listo su plan de ataque programado para la noche del miércoles.
El primer ataque: ¿un despiste?
Eran las 10:50 de la noche cuando la tranquilidad en Villa del Rosario fue interrumpida, sobretodo, en inmediaciones del Comando de Atención Inmediata (CAI) Templo Histórico, en donde se dio el primer atentado terrorista.
A esa hora, un uniformado adscrito a esa unidad se encontraba afuera de las instalaciones, sentado junto a un árbol, en donde siempre permanecía.
En ese momento, el policía alcanzó a observar más de diez hombres que vestían ropa negra y todos tendrían unos ‘trapos’ en la cabeza.
Según la información, estas personas habrían empezado a disparar en contra del CAI por lo que el uniformado salió corriendo hacia un conjunto cerrado que está a escasos metros del lugar, pidiéndole al vigilante que lo dejara ingresar para resguardarse en una de las viviendas.
Estando adentro, se escuchó la detonación de un artefacto explosivo improvisado. Las autoridades confirmaron que el elemento había sido arrojado por esos mismos hombres que dispararon en repetidas oportunidades con armas de largo alcance.
Tan pronto las unidades de la Policía Metropolitana fueron alertadas sobre lo sucedido, desplegaron todo el personal hacia ese sector para verificar los daños y el estado del uniformado.
Al llegar se encontraron con que el CAI quedó reducido a escombros y su compañero estaba sano y salvo.
Aunque las autoridades aseguraron que no se habían registrado más que daños materiales en ese primer ataque, en las últimas horas se conoció que una mujer que se movilizaba en su vehículo por el lugar, había resultado herida y trasladada hasta un centro asistencial en donde permanece bajo pronóstico reservado.
Conozca: Combate entre Ejército y disidencia de las Farc dejó un soldado muerto y tres heridos en Caño Indio, Tibú
“El policía en su trayectoria ha sido muy acucioso porque conocimos que él nunca presta el servicio dentro de las instalaciones sino fuera de ellas. Haber actuado de esa manera le salvó la vida”, comentó una fuente judicial.
Volaron el peaje
Mientras las autoridades estaban siendo despistadas con los escombros del CAI Templo Histórico, se vino el segundo ataque.
El peaje de Villa del Rosario, ubicado por la Autopista Internacional, se convirtió en el escenario perfecto para abandonar un vehículo, cargado de explosivos.
Justo minutos más tarde del primer hecho, un hombre que vestiría con ropa de mujer, llegó en el carro, de placa venezolana, parqueó en la mitad del peaje y se bajó.
“Corran que hay explosivos”, habrían sido las palabras del hombre antes de huir junto con un cómplice en una motocicleta Bera Socialista, roja.
“Tenía las características de una femenina y llevaba puesta una falda, pero después logramos identificar que era un hombre. Él se baja, sale corriendo, luego se devuelve porque algo se le queda dentro del vehículo, y después se vuelve a ir”, comentó la fuente.
Pasó un corto tiempo tras el abandono del vehículo pues, incluso, hasta un conductor de servicio público alcanzó a alertar sobre el carrobomba. A través de un audio el hombre dijo: “Acaban de dejar un carrobomba aquí en el peaje, pero parece que no lo detonaron, pero ahí lo dejaron”. Segundos más tarde explotó.
El ataque terrorista dejó completamente destruidas las instalaciones, cinco personas heridas por esquirlas y pánico en toda el área metropolitana.
Al cierre de esta edición, las autoridades no habían logrado establecer el peso de la carga explosiva ni la marca que se utilizó, lo que sí sabían era que se trataba de una de alto poder.
Distrito La Parada
Unos quince minutos más tarde, en la construcción de las nuevas instalaciones del Distrito de Policía en La Parada, también de Villa del Rosario, varios hombres llegaron a bordo de un vehículo, descendieron del mismo e instalaron cinco cargas explosivas en el lugar.
Según las autoridades, eran algunos cilindros y cajas que fueron ubicados en las bases de la obra. Luego, tres de ellas detonaron.
Las explosiones provocaron algunos daños en la infraestructura y dejó sin luz el sector, por varias horas.
Al parecer, los hombres habrían cruzado la frontera entre Colombia y Venezuela por los pasos informales que, se presume, deberían estar siendo custodiados por el Ejército Nacional, para perpetrar el ataque. Después, regresaron al vecino país para resguardarse.
Al día siguiente, la mañana del jueves, el Grupo Antiexplosivos de la Mecuc se encargó de detonar de manera controlada, las otras dos cargas restantes.
Las autoridades confirmaron que allí se usó amonal, un explosivo fabricado con una mezcla de nitrato amoníaco y polvo de aluminio. Según la fuente, cada uno de los paquetes tendría por lo menos 60 kilos en su interior.
Un último atentado
Cuando todo parecía indicar que la secuencia de ataques ya había cesado, a eso de las 5:35 de la mañana de ayer, otra explosión se dio en el CAI San Rafael de Cúcuta.
Tal parece que varios hombres armados instalaron una carga en la infraestructura, pero no la detonaron de manera inmediata.
Lea: Policía desactivó 70 kilos de explosivos en el distrito de La Parada, en Villa del Rosario
Fue cuando el subintendente Jonathan Alexander Fuente Jiménez llegó al lugar en aras de hacer un cambio de una batería, que la carga explotó.
Las esquirlas le provocaron heridas en su abdomen, tórax, manos, piernas y pie derecho, que lo dejaron gravemente herido.
El uniformado fue trasladado rápidamente hasta una clínica de la ciudad en donde permanece bajo pronóstico reservado.
Otras amenazas
Durante el jueves se dieron a conocer varias amenazas en distintos puntos del área metropolitana de Cúcuta.
Una motocicleta, un vehículo y un bolso, causaron temor y zozobra en La Parada, barrio Circunvalación y el centro de Cúcuta.
Sin embargo, luego de realizar las respectivas verificaciones, las autoridades lograron descartar que se tratara de explosivos.
Los elenos
Las autoridades le atribuyeron esta serie de atentados terroristas al Ejército de Liberación Nacional (Eln) pues, según la fuente judicial, es el grupo armado que tiene toda la capacidad para hacerlo.
“El Eln se caracteriza por ser fuerte en dos áreas, una son los atentados con explosivos y otra, con francotirador. Ellos acostumbran a llamar la atención de esa manera y, más aún, cuando se trata de fechas conmemorativas”, concluyó.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion