El gobierno de Colombia dice que sí; la guerrilla del ELN, no. Las partes llegaron a Caracas para una "reunión extraordinaria" que busca destrabar un "congelamiento" del proceso de paz.
El diálogo, que inició en noviembre de 2022, pasa por un momento de alta fragilidad en medio de denuncias del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en contra de la "doble política de paz" del gobierno.
A su llegada a la capital venezolana, sede de la séptima ronda de negociaciones, la última guerrilla activa de Colombia fue tajante: "El ciclo de conversaciones previsto para este mes de abril se suspendió", según un comunicado publicado este jueves.
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Y llegan "para asistir a una reunión extraordinaria con los delegados del gobierno nacional, con el propósito de escucharlos y aclarar lo que sigue".
La representación del presidente Gustavo Petro habla por su parte de "una nueva ronda de diálogos". Es "imperativo concentrar los trabajos" para "avanzar en el proceso de paz".
"Doble manejo"
En el último ciclo, en febrero en La Habana, las partes acordaron prorrogar por seis meses el cese al fuego bilateral y se citaron para continuar el proceso en Caracas.
Desde entonces, turbulencia: el ELN pateó la tregua con "paros armados", en los que los rebeldes ordenan a miles de personas a encerrarse en sus casas, o luego con el secuestro del padre del futbolista del Liverpool Luis Díaz, al igual que los enfrentamientos entre distintos grupos irregulares.
Esa última arremetida violenta fue calificada por el gobierno de Petro como una "deslealtad".
Y luego el ELN anunció el congelamiento del proceso, en protesta a un proceso de "diálogos regionales" anunciados en el departamento de Nariño (suroeste) por las autoridades locales.
La guerrilla, en armas desde 1964, recordó en el comunicado de este viernes que en la reunión de La Habana su representación advirtió que "la persistencia gubernamental de adelantar una operación de desmovilización en Nariño (...) colocaba esta mesa de diálogos de paz en pausa".
Inspirado en la revolución cubana y la Teología de la Liberación, el ELN ha sostenido negociaciones de paz con cinco gobiernos diferentes, sin llegar nunca a un acuerdo definitivo.
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"Dialogar para avanzar"
El martes, tras una reunión con Petro en Caracas en el palacio presidencial de Miraflores, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ratificó la "disposición" de su país de apoyar las negociaciones.
"Venezuela siempre estará lista, dispuesta y a la orden de usted y de ustedes para ayudar (...) a construir la paz de Colombia, porque la paz de Colombia es la paz de Venezuela", comentó.
En una declaración conjunta, los mandatarios reafirmaron a la vez "el compromiso mutuo de apoyo a la paz" y "especialmente lo inherente al papel de Venezuela como garante de los procesos de diálogo".
"Venezuela nos ha facilitado un espacio donde dialogar para avanzar en la agenda acordada", reiteró el comunicado de la delegación del gobierno. "La comunidad internacional está acá, atenta, dispuesta a aportar como lo ha estado siempre".
"Es tiempo de concentrar las discusiones de la mesa", insistió, al pedir además "atender la grave situación" en varios sectores del país, azotados por la violencia.
El ELN tiene un pie de fuerza de unos 5.800 combatientes y una amplia red de colaboradores, según inteligencia militar. Aunque cuenta con un mando central, sus frentes son autónomos en el campo militar, lo que según expertos dificulta las negociaciones.
Petro, el primer izquierdista en el poder en el país, apuesta por una salida final dialogada a seis décadas de conflicto armado y violencia, luego del histórico acuerdo de paz de 2016 que desarmó el grueso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
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