En medio de la controversia por la salida de 200 familias de excombatientes del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Mesetas, en Meta –por cuenta de amenazas de grupos armados–, este miércoles el presidente Gustavo Petro lideró una cumbre en el Palacio de Nariño con los artífices del Acuerdo de Paz con las extintas Farc: el expresidente Juan Manuel Santos y el máximo dirigente del Partido Comunes, Rodrigo Londoño (conocido como Timochenko).

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Los encuentros –que se hicieron de forma separada a lo largo de la mañana– tienen como telón de fondo no solo lo ocurrido en Mesetas y los crímenes de los desmovilizados, sino las dificultades que atraviesa la paz total de Petro tras la ruptura del cese al fuego con el Clan del Golfo y su polémica propuesta de modificar lo acordado en La Habana (Cuba).

Precisamente, este último fue uno de los puntos que trataron Santos y Petro. La reunión se desarrolló desde las 8:30 a.m. en la casa privada del Jefe de Estado y, si bien acordaron no hacer declaraciones sobre el contenido del encuentro, este diario conoció que el exmandatario expresó su molestia por la propuesta de reformar el Acuerdo.

En su lugar, Santos insistió en la idea de implementar lo acordado y resaltó que del éxito de ese proceso saldrán los cimientos para la paz total de Petro. Previamente, al hacer una dura crítica, el también nobel de Paz reclamó que la implementación iba lenta y llamó la atención por los crímenes de excombatientes: 352 desde noviembre de 2016, cuando se firmó el Acuerdo.

Por otro lado, sobre las 10:00 a.m., Petro se sentó a dialogar con Timochenko, quien también formuló reparos, pero por las declaraciones del comisionado de Paz Danilo Rueda, quien dejó entrever que, contrario a un desplazamiento perpetrado por disidencias de las Farc, lo ocurrido en el ETCR de Mesetas fue un retiro voluntario.

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“El comisionado nos acompañó en la reunión y tuvimos la posibilidad de expresarle nuestras críticas. Lo dijimos con toda la camaradería y fraternidad: fue una salida en falso y él lo entendió perfectamente. Quedó el compromiso de acompañar a nuestros compañeros en su proceso de reubicación, que tendrá todas las garantías”, explicó Londoño al término del encuentro.

El tema de los crímenes de excombatientes  también se puso sobre la mesa y se alertó que, desde que Petro asumió como Presidente, 15 firmantes del Acuerdo han sido asesinados: “Necesitamos el acompañamiento de todos los sectores propaz, de todos los colombianos que queremos que creemos en este sueño”.

El líder del Partido Comunes se refirió también a la idea de modificar lo pactado en La Habana y, aunque no cerró la puerta, sostuvo que se debe priorizar la implementación del punto 1, relacionado con la reforma rural integral: “El Acuerdo es integral. No se puede pasar a un punto sin implementar el otro. Hay disposición (de reformar el Acuerdo) siempre y cuando sea en función de construir la paz”.

Timochenko precisó que la instancia que podría viabilizar cualquier modificación al Acuerdo es la CSIVI (Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo). “Ahí pueden trabajar las dos partes firmantes del Acuerdo para realizar cualquier ajuste”.

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