Colombia enfrentará un 2025 de extremos climáticos. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), el país sufrirá una división meteorológica en el primer trimestre del año: el norte y el oriente padecerán sequías intensas, mientras que el occidente y el sur se verán afectados por lluvias torrenciales e inundaciones.
El Caribe y la región Andina, en riesgo por sequías extremas
La sequía será el enemigo principal en la región Caribe, el Magdalena Medio y el centro-oriente del país. Un informe de la Ocha identificó 41 municipios en 13 departamentos con alta vulnerabilidad ante la escasez de agua, especialmente en Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cundinamarca, Meta, Casanare, Boyacá, La Guajira y Arauca.
Las cuencas de los ríos Canalete, Bajo Sinú, Medio Sinú, Bajo San Jorge, Alto Cesar y Medio Cesar presentan niveles críticos de riesgo. En Cundinamarca, las fuentes hídricas como los ríos Garagoa y Guayuriba también enfrentan afectaciones severas.
Se estima que más de un millón de personas podrían sufrir impactos graves en acceso al agua, saneamiento, seguridad alimentaria y educación. La limitada capacidad de gestión en estos territorios podría agravar la crisis, aumentando el riesgo de emergencias humanitarias.
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Lluvias y desbordamientos golpean el Pacífico y la Amazonía
Mientras el norte se seca, el sur se ahoga. Ocha advierte que al menos 79.000 personas estarán expuestas a inundaciones entre enero y marzo de 2025. Los departamentos más afectados serán Chocó, Nariño, Putumayo, Caquetá, Guainía y Amazonas, donde la capacidad de respuesta ante desastres es limitada.
Las crecientes de los ríos Prado, Bajo Saldaña, Cabreara, Sumapaz, Aipe y Chenche pondrán en alerta al Tolima y el Huila. En Chocó, las cuencas de los ríos Atrato, Murindó, Bebarama y Salaquí también presentan alta vulnerabilidad.
En Nariño, los ríos Patía, Tapaje, Chagüí, Rosario y Mira podrían desbordarse, afectando comunidades ribereñas. En la Amazonía, los afluentes del Putumayo, Caquetá, Yarí y Apaporis representan una amenaza latente para las poblaciones indígenas y rurales.
Deslizamientos: la tercera amenaza climática
Además de las sequías y las inundaciones, el informe destaca el riesgo de deslizamientos en zonas montañosas del centro y el sur del país. Municipios como Carmen del Darién, Condoto, Medio San Juan e Istmina (Chocó), Fresno y Manzanares (Tolima), Marquetalia (Caldas) y Siachoque (Boyacá) están en alerta por posibles movimientos de tierra.
El piedemonte caqueteño también enfrenta peligro, con municipios como El Doncello, Orito e Ipiales en riesgo de derrumbes. Se estima que al menos 23.300 personas podrían verse afectadas por estos eventos, comprometiendo su seguridad y acceso a servicios básicos.
Ante esta crisis, en las zonas más vulnerables, se deben fortalecer la capacidad de gestión y respuesta, la planificación anticipatoria y la protección de sectores críticos como educación y seguridad alimentaria. La implementación de estrategias de mitigación serán clave para reducir los impactos de estos fenómenos hidrometeorológicos.
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