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Alejandro Gaviria
El gran aporte de Alejandro Gaviria con su aceptación es que oxigena oportunamente el debate político.
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Domingo, 29 de Agosto de 2021

La aceptación de la candidatura presidencial del exministro Alejandro Gaviria genera un fuerte remezón en la política hacia las elecciones del año 2022. Cambia de manera sustancial el escenario, sus expectativas, sus posibilidades. Es algo así como si en una partida de ajedrez uno de los jugadores calcula con precisión y frialdad el momento adecuado de lanzar su ataque, de atacar contundentemente con la reina, y hace una jugada magistral y de un momento a otro pone a su favor estratégicamente el juego. Algo así es lo que acaba de hacer el exministro. No es gratuito que con la sola aceptación de su candidatura, casi que instantáneamente, algunos partidos quieran acercársele: Nuevo Liberalismo, la Coalición de la Esperanza para que intervenga en la consulta, el partido Liberal y hasta los Verdes. 

El gran aporte de Alejandro Gaviria con su aceptación es que oxigena oportunamente el debate político de las presidenciales del año 2022. El centro se fortalece con un hombre que viene de la academia, que desempeñó con pulcritud el ministerio de Salud, que superó un cáncer, y diría, que siendo un intelectual ajeno a los partidos e intereses políticos, abrirá un espacio refrescante al que empezarán a mirar muchos partidarios de los extremos de derecha e izquierda, aquellos de Uribe y Petro, a quienes muchas de sus actitudes los colombianos ya sienten fatiga.

Gaviria entra a compartir un espacio que hasta el momento con tesón y persistencia, desde hace años, ha venido labrando Sergio Fajardo, quien sin duda superará ese episodio aún no muy claro del curioso llamamiento a juicio en momentos justos de su campaña política. En una mirada rápida, a primera vista, podría decirse que Fajardo podría resultar afectado por este nuevo panorama político, porque Gaviria entra al espacio que desde hace años ha querido ganar Fajardo, y más en circunstancias en las que según las primeras reacciones, al parecer el exministro empezará a recoger firmas para consolidar su aspiración. Habrá que esperar los próximos días hasta dónde los hermanos Galán podrían por ejemplo convencer al exministro a que se postule por el Nuevo Liberalismo, quien seguramente tendrá muchas razones para considerar que le resulta más oportuno recoger firmas. Ya se lo habrá dicho su poderoso equipo asesor en marketing político, que entiendo que es el mismo que tuvo el presidente Obama en los Estados Unidos. 

Otro coqueteo que aparece casi con desespero, nada atractivo, que hace daño, el de un desprestigiado César Gaviria, sobre quien incluso algunos de sus voceros hasta en algunas intervenciones presentan la aceptación del exministro como un supuesto logro del partido liberal, pues sin duda no va a ser el camino que tomará el exrector de los Andes. No está de más aclarar que entre César y Alejandro, afortunadamente no existe ningún vinculo familiar. Creo que una de las fortalezas que podría llegar a tener el exrector, es que podría ser una opción interesante para muchos jóvenes que hoy en día se sienten frustrados. Ahí podría presentarse hasta una sorpresa. 

El exministro sin duda tendrá varios retos en su postulación: el primero, hacerse conocer en el país. El otro, de mayor riesgo, saber tomar distancia de esa jauría política que tratarán de acercársele porque saben que se trata de un candidato que rompió el ajedrez electoral. En pocas palabras, el colombiano se agotó de esas posiciones extremas de Petro y Uribe. Alguien de centro derecha que ha entrado igualmente en el escenario, que podría captar votos de centro derecha, es Oscar Iván Zuluaga, y quien en todo caso ya salió a aclarar que para nada es el candidato de Uribe. En fin, excelente la postulación del exministro, que de entrada le quita ese peligrosísimo tinte de polarización extrema que venía teniendo la campaña electoral y le da posibilidades a un centro, reflexivo y tranquilo, que sin duda haría realizable su ya slogan de campaña: “Colombia tiene futuro”.

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