1- Anacleto, la “revista semanal humorística de comentarios políticos y sociales”.
Entre los papeles de mi padre encontré algunos ejemplares de Anacleto. Según el registro histórico esta revista apenas duró un año, de 1935 a 1936, durante el mandato de Alfonso López Pumarejo.
Casi todo el contenido consistía en finas caricaturas a todo color, con ingeniosas mamaderas de gallo como para desternillarse de la risa, contra el gobierno y el liberalismo. Tema preferido de Anacleto era el alcoholismo del presidente López; y no le perdonaba que fuera masón.
Comenta la famosa artista, historiadora y crítica de arte colombiana Beatriz González Aranda a propósito de Anacleto: “El 7 de agosto de 1930 marcó el declive de todos los valores morales. Esa es la fecha en que llegó el Partido Liberal al poder”.
¡Cómo hacen falta Anacletos hoy en día para mitigar tanta tensión que origina el presente gobierno!
2 – “Testimonio, una voz de simples católicos”.
Ahora pasemos a esta otra revista también hallada entre los archivos de mi padre. Y la traigo a colación porque, aunque sus estudios y noticias datan de la década de los 40 y principios de los 50 del siglo XX, es asombroso ver cómo los acontecimientos se repiten. Y que lo anunciado hace más de setenta años, efectivamente sucedió y está ocurriendo.
Todos los escritores que allí figuraban eran católicos fervientes, practicantes, formados e informados en la doctrina, verdaderos maestros, y plumas sumamente autorizadas. Citemos entre ellos a Hernán y Jorge Vergara, Manuel Mosquera Garcés, Emilio Robledo Uribe, Alberto Luque, Héctor Julio Becerra, monseñor Luis Pérez Hernández, Inés Yepes Cuervo de Uprimny, Manuel José Forero, P. Gabriel Sinaldi, O.P. (sobre cine católico), Carlos Arturo Cabal (psicoanálisis), Daniel Henao (filósofo), Jesús Estrada Monsalve, Eduardo Perret, O.P., AliosWurm, Dorothy Day, Dietrich von Hildebrand, Fernando DellaRocca, O.P., Manuel J. Corrales, Jacques Leclerq(profesor de la Universidad de Lovaina), Thomas Merton, Leopoldo Uprimny, doctor Alexis Carrel (premio Nobel de medicina) y ElíasZimmerman.
“Testimonio” abarcaba no solo ensayos de doctrina católica, encíclicas papales y pastorales de los jerarcas nacionales y extranjeros, sino temas tan diversos como poesía, música, medicina, pintura, arquitectura, derecho, filosofía, teología, sociología, economía, arte y cine, y asuntos nacionales y mundiales.
En el número 7 de marzo de 1948 se noticia que el presidente de Francia Vicente Auriol le pidió al Consejo de ministros la preparación de una ley que prohíba la publicación de la literatura pornográfica y la reproducción de escenas inmorales en las películas pues cree que “la inmoralidad de la literatura y el cine constituye el factor principal en la corrupción actual de la juventud”.
El cardenal Emmanuel Suhard, en carta cuaresmal de 1947 denunciaba a los “cristianos progresistas” aliados con los comunistas, lo que hogaño es ya patente.
La contemporáneamente conocida como “teología de la liberación” erarechazada por el papa Pío XII en 1950 en su encíclica Humani Generis. La llama por su nombre de entonces,“la nueva teología”. “No se puede renunciar a los principios y al dogma so pretexto de consolidar una falsa armonía entre los hombres…”,dice el pontífice. ¿Presintió pío XII lo que está haciendo su sucesor Francisco?
Intelectuales católicos comprometidos con la defensa de la religión, ni siquiera clérigos, existen hoy, como en los tiempos de “Testimonio”.
orlandoclavijotorrado@yahoo.es
