Hacía mucho tiempo una propuesta del Gobierno no había generado tanta preocupación y rechazo en varios sectores de la población como esta de extender el IVA a toda la canasta familiar.
Fácilmente la informalidad en el país puede llegar a niveles del 50%, - en Cúcuta se acerca al 70% -, y lo único cierto que tiene esta propuesta es que de manera peligrosa, y hasta irresponsable, lo que va a generar esta reforma tributaria es que a la gente no le quede otra alternativa que la de buscar más la informalidad en su día a día, para evitar el encarecimiento que se viene.
Por estos días han venido hablando todos los directores de los gremios de agricultores, y ellos mismos expresan su preocupación en cuanto que aumentar y extender el IVA a toda la canasta familiar llevará mucha gente va a consumir menos.
Para algunos sectores de la población, así como sucedió en Venezuela, puede ser el comienzo de una ración menos de comida al día?
Sin duda si, especialmente en aquellos hogares que dependen del salario mínimo.
Lo más grave del hueco fiscal de 17 billones de pesos que el Gobierno trata de cubrir de cualquier forma, es que ese déficit se debe a la corrupción que se ha presentado en el país.
Es decir, en una lógica muy peligrosa, cuando se roban el dinero del país como sucedió en Reficar, con los dineros de la salud, la alimentación de los niños, y todo lo demás, al Gobierno no se le ocurre nada distinto que aprobar una nueva reforma tributaria y subirle el impuesto a los colombianos para tapar la corrupción.
Equivocaciones como estas fueron las que llevaron al Brasil a elegir el domingo pasado a un militar a la presidencia de su país, quien ha prometido entre otras cosas, industrializar el Amazonas y nombrar como ministro de educación a un general.
La clase media de Brasil se sintió engañada por Lula y por ello votó por Bolsonaro.
En mi caso nunca he votado por Uribe ni he pertenecido al centro democrático, pero el senador, de manera oportuna y razonable, acaba de anunciar que no votará junto con su bancada la extensión del IVA a toda la canasta familiar.
Esa propuesta hay que apoyarla en todos los escenarios porque el ex presidente ha señalado que impacta de manera preocupante la clase media del país frente a lo cual tiene toda la razón.
Para una familia que percibe un promedio de 2 millones de pesos de salario, el impacto calculado es de un millón de pesos al año, y al mes, le implica a una familia el valor aproximado a 29 tiquetes de transmilenio que es mucho dinero.
Como las cosas hay que equilibrarlas por algún lado, ese efecto fácilmente le significa a una familia una ración menos de alimentación al día. Así empezó Venezuela.
El gran problema social y político de los países que pueden generar violencia, migraciones, furia, que de un momento a otro voten para la presidencia por un loco, o por un dictador, es cuando la clase media se empobrece. Eso es lo que le ha sucedido a varios países de América Latina como al Brasil, y lo que hoy le está pasando a Argentina. Ya sabemos hasta dónde pueden llegar esos movimientos sociales, que terminan convirtiéndose en migraciones incontroladas y masivas como la venezolana o la de Honduras. En el caso de Colombia no es justo que esos 17 billones de pesos, que son producto de la corrupción, el Gobierno pretenda taparlos con los precarios ingresos de la clase media y pobre del país que se reventó hace 3 años con el aumento del IVA del 16 al 19, y ahora se pretende extenderlo a toda la canasta familiar. Ahí está muy desenfocado el presidente Duque, y si bien esta es una crisis heredada, de todos modos la responsabilidad en el manejo será definitiva para la suerte el país en los próximos años.