El pasado 17 de junio quedó en firme el Nuevo Código de Policía, al ser aprobado en cuarto debate por la Cámara de Representantes, aunque aún falta que la Corte Constitucional lo revise. Este Nuevo Código de 43 artículos busca reformar la normatividad que rige en Colombia desde hace 44 años, con el objetivo de mejorar la convivencia ciudadana. La norma explica las condiciones para una buena convivencia, los deberes de las personas naturales y determina como es ejercido el poder, la función y la actividad de la policía.
Entre las novedades que contempla esta nueva norma de conducta, estas son algunas: las protestas sociales podrán ser disueltas por la policía cuando lo considere necesario, las autoridades de policía podrán desactivar temporalmente toda fuente de ruido o sonido que afecten la tranquilidad de las personas, impedir o corregir la indebida ocupación del espacio público, proceder con quienes realicen necesidades fisiológicas en el espacio público, realizar allanamientos sin orden judicial en casos excepcionales, no permitir la utilización de menores para evadir orden judicial, y actuar contra el indebido maltrato de los animales. Además, todo procedimiento podrá ser grabado mediante los medios permitidos.
Pero mientras hay ciudadanos que muestran preocupación por considerar que la aplicación de este nuevo código puede ser un camino a la arbitrariedad, por el abuso que se pueda presentar, hay quienes lo ven como un medio para lograr el respeto a la normatividad y un gran camino hacia la cultura ciudadana. Como argumento fuerte de quienes defienden su implementación, está la de considerar que ante el estado de descomposición total por el que atraviesa nuestro país, como consecuencia de la falta o incongruencia de las normas sociales (anomia), se requiere un urgente cambio.
Colombia no puede seguir contemplando en forma indiferente la proliferación de centros anómicos, como el Bronx, permitir que muchos ciudadanos sigan evadiendo normas como las de no respetar las señales de tránsito, invadir el espacio público, no respectar las filas, en fin… Solamente mediante el establecimiento de un orden social aceptable para todos, podremos superar el estado de anomia que padecemos y que pese a su progresivo avance lo ignoramos.
Para los expertos en el tema, la anomia es un estado que surge cuando las reglas sociales se han degradado y ya no son respetadas por los integrantes de una comunidad. Se presenta la ausencia de leyes y la carencia de normas sociales, mientras proliferan las conductas antisociales. Por esto, cambio como el anunciado, es esperado con enorme positivismo.