Una cosa que los colombianos no hemos podido entender es que la infraestructura es la base del desarrollo. Por su parte, los países serios si exigen el desarrollo y actualización de la infraestructura, y por eso vemos en los Estados Unidos, primera potencia mundial, un debate muy álgido sobre el tamaño y la calidad de su infraestructura, que pensábamos era la mejor del mundo.
En el ranking de Logística e Infraestructura del Banco Mundial, Estados Unidos ocupa el noveno lugar en el 2014, lo que los preocupa. Colombia, en el mismo ranking el año pasado ocupó el puesto 97 entre 160 países, detrás de Chile (42), Panamá (45), México (50), Argentina (60), El Salvador (64), Brasil (65), Republica Dominicana (69), Jamaica (70), Perú (71), Venezuela (76), Guatemala (77), Paraguay (78), Ecuador (86), Costa Rica (87), Uruguay (91) y Nicaragua (95) en el vecindario. En la zona andina somos la cola con Bolivia. Respecto a África, Suráfrica es 34, Egipto 62, Kenia 74, Nigeria 75, Costa de Marfil 79, Ruanda 80, Namibia 93 y Argelia 96.
Por otra parte, en el estudio “escalafón de la competitividad de los departamentos de Colombia” del 2006, publicado por la Cepal en 2009, Norte de Santander es el departamento número 10 de 23 analizados; es claro que los proyectos de vías de 3G y 4G que no nos tocan nos dejaran más bajo, lo que permite concluir que la región entre ser cabeza de ratón o cola de león, le toco ser cola de ratón.
Según la Asociación Americana de Ingenieros Civiles (ASCE por sus siglas en inglés) la infraestructura de los Estados Unidos es de grado D+. Los grados de la ASCE son: A excelente, preparado para el futuro; B adecuado por ahora; C mediocre, requiere atención; D pobre, en riesgo; F crítica. El + y el – son niveles alrededor del grado central. Para 2013, en Estados Unidos la ASCE califica por tipo de infraestructura así: Represas, grado D; Agua Potable grado D; Manejo de Residuos Peligrosos, grado D; Diques, grado D-; Manejo de Desechos Sólidos, grado B-; Manejo de Aguas Residuales, grado D; Aviación , grado D; Puentes, grado C+; Vías Fluviales, grado D-; Puertos, grado C; Vías Férreas, C+; Vías Terrestres, grado D; Transito, grado D; Parques Públicos y Recreación, grado C-; Escuelas, grado D; Energía grado D+. En Colombia todavía hablamos solo de cantidad y no nos metemos en honduras como calidad.
Y concluyen: “La red de transporte de los Estados Unidos es el marco en el cuál descansa nuestro sistema económico. Con una estrategia de infraestructura de largo plazo, la apropiada coordinación de todos los niveles del gobierno y una política robusta de manejo de carga, podemos enfrentar los desafíos de nuestra nación mientras fortalecemos la seguridad en nuestras vías e impulsamos la productividad”.
En este momento de cierre de la frontera quedó claro que no tenemos infraestructura y que la deuda de la nación con la región, por ser tan alta, es menos probable de honrarse.
Lo que hay que hacer es abrir el mercado de infraestructura como se hizo con el de servicios públicos, pues si se crea una regulación adecuada y los privados asumen los costos de inversión, operación y mantenimiento, y el riesgo comercial asociado, no habría que el proyecto por la burocracia del país.
Son cosas que dependen de unas señales regulatorias, como sucede con el gasoducto a Cúcuta pendiente de sólo una resolución de la Creg, que esperamos esta coyuntura permita lograr.
En la ciudad se habla mucho de innovación.
En un documento de reciente publicación de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos, titulada “Creando valor para los Estados Unidos: acogiendo el futuro de la manufactura, la tecnología y el trabajo”, se establece que la “Historia ha mostrado que la creación de nueva infraestructura generalmente lleva a disrupción tecnológica e innovación masiva…
Entonces la construcción y actualización de la infraestructura puede ser una forma importante y efectiva de lograr innovación y crear valor”.
Innovación sin infraestructura es un imposible.