Así tituló el pasado viernes en el País de España su columna el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez: “Este país mío nunca dejará de sorprenderme. Es la campaña más frívola, boba y desprovista de ideas que me ha tocado vivir”. Así es, y hasta podríamos tratar de hacer alguna aproximación de lo que ha sido lo más frívolo con lo que viene pasando en Colombia, en estos días en los que el mundo ve con temor lo que sucede en Ucrania, mientras la campaña para el congreso sigue, y en momentos en que el ELN hizo un paro armado; ya en la campaña, sin duda ha habido movimientos políticos que son sorprendentes: ¿Qué pueden pensar los liberales y hasta los seguidores del Pacto Histórico después de lo que se ha conocido de la reunión César Gaviria y Petro? Según información del Espectador, habría un apoyo del partido liberal a Petro a condición de que el futuro ministro de hacienda sea Simón Gaviria, el mismo a quien en alguna ocasión le preguntaron por las inconsistencias de un proyecto de su entidad, y ante la evidencia de su desconocimiento, expresó que en realidad no lo había leído. ¿Ese delfín de la política entonces sería quien iría a manejar las finanzas del país en uno de sus momentos más delicados? Pobres partido liberal y Pacto histórico, en lo que terminaron.
Una de las coaliciones que es muy probable que pase históricamente como la que perdió una oportunidad, precisamente por la frivolidad y vanidad de la que no salieron durante toda la campaña, será la Coalición de la Esperanza. Hoy en día fácilmente en Colombia, a ocho días de las elecciones, cerca del 50% de electores aún no han decidido por quien votar. El país arrancó un proceso electoral hace un año con una dinámica en la que Colombia estaba cansada de la polarización: Uribe – Santos, Petro – Uribe. En ese contexto, era una oportunidad para el centro político. Lo tenían todo para ganar, pero las vanidades, los enfrentamientos casi semanales, no los dejó crecer. Creo que es muy probable que el próximo domingo gane la consulta Sergio Fajardo, aunque probablemente no con la fuerza que pudo tener la Coalición. El enfrentamiento fue profundo y generó mucha decepción en la gente joven y es probable que el próximo domingo se refleje en las urnas. Ese enfrentamiento dio lugar a que por espacio de tres meses, Rodolfo Hernández, se mantuviere muy por encima de las coaliciones; de hecho mucha gente estaba más pendiente de lo que dijera Hernández que hasta de los mismos enfrentamientos frívolos entre sus candidatos, al punto que si el próximo domingo ninguno de los ganadores de las coaliciones de la Esperanza o equipo Colombia obtienen una votación importante, sobresaliente, ya hacia la presidencia, mucha gente pueda seguir pensando que con tal de que Petro no llegue, podrían seguirle jugando a Hernández. Esta es una campaña en la que hay mucha emotividad, movimientos que sorprenden, sin duda muy pocas ideas, pero así se desarrolla.
¿Y hasta dónde podría tomar vuelo esa alianza que ya se anuncia entre Alex Char y María Fernanda Cabal? Toda una poderosa maquinaria que funciona en la costa por parte de los Char, y una persona como la Cabal, seguramente más conocida en el país que el propio Char, y sin duda hasta con mucho más vuelo político, que de paso le da una posibilidad de vicepresidencia a Cabal en esa fórmula, que sería algo así como “sacarse el clavo” frente al Centro Democrático por una escogencia en la que ella no duda en que hubo un complot en su contra. Podría ser una de las sorpresas el próximo domingo. Maquinaria electoral es maquinaria, y más en circunstancias en las que Oscar Iván no coge vuelo. Esta fórmula podría tener más votos que el mismo Fico. El domingo lo sabremos.