Tal como lo había pronosticado Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajadores, a comienzos de enero a través de El Espectador, este ha sido un año de protestas, de manifestaciones populares tanto en las regiones apartadas como en las ciudades principales. Entre los motivos más escuchados están el olvido del Estado, el incumplimiento de las promesas del presidente Santos, los deficientes servicios de salud, la falta de servicios básicos como el agua, la falta de escuelas en muchas regiones del país, la galopante corrupción a todos los niveles y la inseguridad.
Hay quienes consideran que este es un buen ejemplo de la acción de las neuronas espejos, cuya principal cualidad es la imitación, pues coincide esta situación con las constantes protestas de miles de ciudadanos en las calles de Venezuela contra la represión del gobierno chavista, mostradas diariamente a través de los diferentes medios. Para que no quede duda del trabajo de las neuronas espejo, algo similar se está presentando en las principales ciudades de Brasil en donde las marchas cada vez crecen exigiendo la renuncia del presidente Temer, por escándalos de corrupción. ¿Será que más países vecinos se adhieren a la cadena de protestas?
Entre los analistas también hay quienes piensan que aquí el gobierno colombiano aplicó lo del refrán, si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar, pues parece que obedecimos el mensaje y no se tomó como una advertencia lo que pasa en Venezuela para evitar los daños que estamos viendo. Lo grave en este caso es que, están pagando justos por pecadores, pues basta ver la angustia de los padres de familia que como consecuencia del paro de maestros no encuentran donde llevar los hijos mientras ellos se dirigen al trabajo.
Pero todo parece indicar que el doctor Juan Manuel Santos aplica aquello de que, al mal tiempo buena cara, ya que a pesar de las dificultades siempre muestra una sonrisa. Además, aconsejó a los directivos de los diferentes medios de comunicación tratar de no darle tantos matices a las cosas negativas y más bien resaltar las positivas.
Definitivamente lo que pasa en nuestro territorio patrio es consecuencia de la falta de aplicar por parte de los funcionarios públicos el principio de, no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Aquí cada día trae su afán.
Tras escuchar tanto al presidente Santos, como a sus asesores, informar sobre los positivos resultados de su reunión con el presidente Donald Trump, por unas horas soplaron vientos de optimismo. Sin embargo, al conocerse el considerable recorte ordenado por el mandatario estadounidense a la ayuda que Colombia esperaba recibir, solo nos queda concluir que, fueron por lana y salimos trasquilados.