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Crónica de un acuerdo de paz desconocido
Hace 416 años nuestro primer acuerdo de paz que conociera esta singular y exótica nación fue muy particular.
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Sábado, 17 de Septiembre de 2016

Por estos días tuve oportunidad de escuchar lo que pudo ser nuestro primer acuerdo de paz que es desconocido, hermoso y mágico como muchas de nuestras historias. El relato comienza hacia 1599, cuando desembarca en nuestro litoral, más exactamente en Cartagena, un barco procedente de Africa que traía esclavos negros, y entre ellos, venía uno que quizás sin ninguna lectura, sin ninguna información, sin alguien que le hubiere hablado antes, tenía claro lo que era la lucha por la libertad, y desde el momento mismo que arribó al litoral el esclavo Benkos Biojó empezó a luchar por ella, y fue quien primero llegó a un acuerdo de paz con el Gobierno, en una nación que por esos años aún no se llamaba Colombia. Eran los tiempos de la colonia.

Benkos Biojó encabezó una revuelta de esclavos en esos años de 1599, que tenía dos propósitos: evitar que el gobierno de la colonia auspicira la traída de más esclavos de Africa, y quienes por aquella época ya lo eran y vivían en Cartagena, encontrar un terreno en donde pudieran fundar un pueblo en el que pudieren vivir, conservar sus raíces y su cultura del lejano continente, y especialmente constituir un gobierno propio en el que no hubieren esclavos. Ese fue el nacimiento de San Basilio de Palenque, donde nació “Pambelé”, nuestro boxeador quien primero consiguió un título mundial para el país. Allí, hoy en día, Benkos Biojó y Pambelé son los símbolos de su pueblo, y así los recuerda la gente de esta comunidad como lo refiere la crónica, con algo de novela, que pronto publicará la periodista Lucero Rodríguez.

Hace 416 años nuestro primer acuerdo de paz que conociera esta singular y exótica nación fue muy particular. Tenía tanto liderazgo y credibilidad Benkos Biojó en su comunidad negra, que al gobernador español de la provincia de Cartagena y a sus autoridades les infundió miedo, y por ello el primer pacto, quizás el primer proceso de paz que se acordó en en esta nación consistió en que le dieran escolta, le permitieron que no se vistiera como esclavo, y le reconocieron tierras en donde se fundó San Basilio de Palenque;  la contraprestación fue muy de la época: lo que más le molestaba al gobierno colonial era que la comunidad le decía a Benkos “el Rey”, y eso el gobernador Hierómano de Suaso no estaba dispuesto a permitirlo de ninguna forma, y ciertamente fue lo que se acordó, Benkos pactó que no lo llamaran más el rey.

Ese fue el primer proceso de paz en este país que aún no se llamaba Colombia, acordado, quizás no firmado, en 1605, y ahora 416 años después, firmaremos otro acuerdo de paz allí mismo, en Cartagena.

Sólo que ese acuerdo terminó mal, con un engaño. En 1621, hacia las 10 de la mañana de uno cualquiera de sus días, Benkos Biojó fue apresado, y según la crónica, ahorcado en la plaza principal, y cuenta la historia que su cuerpo fue descuartizado y disgregado en varias zonas de la ciudad para que ningún otro esclavo intentará volver a luchar por la libertad. Triste final del primer acuerdo de paz en este país, en un momento en que aún ni siquiera se llamaba Colombia.

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