La dinámica de los negocios lleva a las empresas a enfrentar una competencia cada día más dura, exigiendo a sus directores comerciales la aplicación de estrategias que le permitan mantenerse en el mercado, mejorar su competitividad y eliminar el riesgo.
Entre estos cambios está el de vender para hacer, lo que sucede en algunos sectores como la construcción, y el de aplicar costos de acuerdo al precio a que ofrece la competencia el mismo producto en el mercado. Cada vez el inventario en consignación se va imponiendo y el inventario virtual va ganando espacio.
Además de las anteriores estrategias están la de reemplazar la competencia por la coopetencia, colaboración mutua en la que todos ganan, y la creación de un Trust, importante asociación de varias empresas que producen el mismo producto para formar una sola empresa, con el fin de controlar un sector económico bajo el rigor del monopolio.
En Colombia se venía hablando de los carteles integrados por empresas dedicadas a la producción y venta de productos de consumo, como pañales, cuadernos, azúcar, cemento, ganado, arroz y papel higiénico.
Se resaltaba su poder para sacar del mercado a la competencia, fijar altos precios y obtener grandes utilidades.
Pero a raíz de la expedición de Ley de Protección de Competencia en 2009, la cual busca proteger la libre participación en el mercado y los intereses de los consumidores, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ha impuesto altas multas a empresas y personas naturales por hacer parte de la cartelización de productos de consumo.
Como resultado de estas acciones legales, algunas de las empresas comprometidas han aceptado su culpa y han logrado acuerdos de pago con el gobierno, mientras otras se han convertido en delatoras para recibir beneficios legales hasta del cien por ciento.
Vale recordar que la cartelización en el sector de consumo opera desde principios del siglo XX en todo el mundo, particularmente en los países desarrollados, solo que allí las drásticas sanciones sirvieron para trancar su empuje.
En Alemania, por ejemplo, fue famoso cartel de las salchichas y en Francia fueron famosos los de yogur y cosméticos. En Europa la banca estuvo comprometida en acciones similares.