Independientemente de los resultados económicos y la gestión de los mandatarios a nivel local y departamental, debemos sentirnos satisfechos con la evolución que viene dando Cúcuta.

Tenemos un Malecón limpio, agradable a la vista, con un regalo bonito de CENS a la ciudad con ese parque que construyó esa empresa, (gracias Alberto Rangel por su gestión), dejando una bonita imagen, que juega con el arreglo del Malecón. Ojalá aprendamos a conservar en buen estado nuestras cosas bonitas, como acontece con el Metro en Medellín orgullo de los paisas que lo mantienen limpio permanentemente.

El arreglo de los separadores, que aun cuando no alcanzó a culminarse para fin de año, queda programado y debidamente financiado, siendo importante que las matas colocadas allí, se rieguen oportunamente, para el ornato de la ciudad, factor que pueden organizar los propios vecinos para embellecer esos sectores, que le dan bonita presentación a la ciudad; importante también, como se trabajó en cierre del periodo en el arreglo de algunas calles y avenidas que presentaban alto deterioro.

A quienes visitaron la ciudad por la causa que fuere fue agradable oírles expresar comentarios acerca del cambio de la ciudad, que dejó de ser pueblo y es una urbe moderna y bien presentada.

Las redomas con ese corazón de Yo amo a Cúcuta, crean sentido de pertenencia y le da muy buena imagen a la Ciudad.

La Quinta Teresa, obra de la Gobernación, innegablemente le dio otra presentación a ese sector, requiriendo la biblioteca una adecuada iluminación, para resaltar la misma que es otra obra de la cual nos enorgullecemos.

La pavimentación pese a que no ha culminado de la variante para el anillo vial llegando a Pinar del Rio, amerita un reconocimiento, pues era un sector bastante deprimido, que no conjugaba con el progreso de la ciudad.

Loa parques merecen un aplauso, con sus instalaciones deportivas así como la Avenida del Rio, que nos invitan a reflexionar que si podemos hacer las cosas bien.  

La construcción del paso elevado en Rumichaca y en Atalaya favorecerá la movilidad, el desplazamiento rápido vehicular.

Reconocimiento especial a la vía a Ocaña, que está en muy buena condición, debiendo destacar si la necesidad de un peaje en ella, exclusivo para las gandolas que con su carga de varias toneladas deterioran el asfalto, para que éste se conserve en buen estado. Nos llamó poderosamente la atención que el miércoles 6, de retorno a Cúcuta, contamos 200 tractomulas subiendo, vía Ocaña, no explicándome qué clase de mercancía se lleva de Cúcuta hacia la costa u otras zonas, cuando la frontera lleva varios meses cerrada y esta no es precisamente una ciudad industrial.