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Desolador
Ni siquiera la situación es parecida o similar a la de antes del concierto.
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Domingo, 24 de Marzo de 2019

Recojo las palabras del diputado John Edison Ortega para referirse a lo que sucede en la frontera un mes después del cierre: un panorama desolador. Mejor no puede resumirse. 

Un mes después de que Duque, los presidentes de Chile y Paraguay, e incluso el mismo Guaidó y la  comunidad internacional fracasaron en su intento de ingresar la ayuda humanitaria, al final ellos no perdieron nada – salieron y se fueron - y Cúcuta y la región están pagando los platos rotos. 

Ni siquiera la situación es parecida o similar a la de antes del concierto. No, ahora es peor. 

Lo más grave del tema es que a pesar de las evidencias, aún no nos convencemos de que a Duque no sólo no le interesa Cúcuta y la frontera a pesar de la alta votación que tuvo para su elección, sino que no la conoce, y además es incompetente por ejemplo de tomar alguna iniciativa de crisis para aliviar los problemas de Cúcuta. 

Un mes después del concierto, aparece evidente que Duque, como en un juego de niños, vio cómo su discurso contra Maduro le servía en encuestas que venían muy abajo, y vino, se mostró, apareció feliz ese fin de semana por todos los medios de comunicación del mundo como el líder que derrocaría a Maduro, pero no pudo, y ahora que ni le hablen de Cúcuta. Salió y se fue.  

“Qué mamera que por estos días a Duque le hablen en la Casa de Nariño de Cúcuta”. É

Él, como un niño con suerte que se encontró la presidencia, en estos días no le interesó ni el paro campesino, ni que se le hundía en el Congreso su plan de desarrollo, ni el paro de maestros, ni el desempleo, ni las protestas, y salió y se fue a Chile. 

Allá la debe estar pasando rico. Un mes después del cierre de la frontera, mejor que ni le hablen de Cúcuta. 

“Qué mamera, en esa ciudad hace mucho calor y se ve gente pobre y mal vestida por todo lado. Que miren que hacen con esos alimentos…..”, pensará que es la respuesta más probable para Cúcuta.

Una vez más los ingenuos fuimos nosotros, y especialmente quienes le organizaron su campaña aquí en Cúcuta, que al conocer los resultados electorales y la votación que tuvo, se pensó que se traduciría en una gestión presidencial favorable a la frontera. 

Diez meses después de esos resultados, entiendo que Duque ni siquiera recibe ni escucha a la gente de la frontera. Sé que hay un proyecto de decreto muy bien analizado para temas de frontera, que es probable que en Casa de Nariño ni siquiera lo habrán leído. 

Nombró a Juan Manuel Corzo como embajador en Cuba, y la ANH, y Duque dirá, ya les cumplí, pero como igualmente lo denunció un concejal de la ciudad: “Con lo del concierto lo que hicieron fue manosear a Cúcuta, porque ahora la ciudad está peor que antes”.

Creo que el único camino posible y real para la ciudad y la región es el que planteó el diputado Rafael Cáceres, quien alcanzó a referirse a la expedición de un decreto de emergencia de la Gobernación para afrontar la crisis, como lo han hecho en otras regiones del país cuando sus departamentos entran en dificultados. Tenemos que convencernos que somos nosotros quienes debemos tomar las medidas para salir de la crisis, como lo hicieron los paisas con el tema del medio ambiente y otros más. Ellos que no son tontos, no se ponen a preguntarle primero al tonto de Duque de lo que puedan hacer. Lo van haciendo y punto. Eso es lo que tenemos que hacer.     

Pensaría que de manera urgente la Gobernación debería convocar a una reunión para que analicemos experiencias de medidas que han tomado otras regiones del país en situaciones de crisis. Reflexiones y pensemos en las mismas, porque eso de seguir esperando la solidaridad y ayuda del gobierno central,  es agravar el panorama que más que desolador, es angustiante.                                                            
                                          

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