El atentado que ocurrió en el curso de la semana en los Campos Elíseos en París ha sido el detonante de las elecciones francesas, atentado peligroso reivindicado por el Estado Islámico, cuya primera vuelta se desarrollarán hoy domingo.
Sus resultados impactarán no solo a Europa, sino que será mucho más profundo, porque de alguna forma pueden llegar a definir el equilibrio mundial, la balanza de la política en el planeta: una cosa es que gane la ultraderechista Marine Le Pen y otra muy diferente a que el nuevo presidente galo por ejemplo sea el izquierdista Mélenchon, o el conservador Fillon, o uno que gana más simpatía cada día, el europeista Macron.
Con la votación del día de hoy en primera vuelta pasarán dos candidatos para la votación final en 20 días.
Sondeos de días antes del atentado mostraban que uno de cuatro franceses no había dLa pregunta es ¿hasta donde el acto terrorista del pasado jueves puede llegar a beneficiar a Marine Le Pen?
Es muy probable que así sea porque si algo ha sucedido en los últimos dos años en el país galo, es a enfrentarse a un fenómeno que no vivían desde finales de la Segunda Guerra Mundial: el miedo y el temor.
Así como en Colombia muchas de nuestras elecciones las ha definido el tema de la Paz, las elecciones de hoy en Francia las definirá el miedo.
Es el miedo al terrorismo, el miedo a la gran cantidad de inmigrantes que han llegado al país, el miedo a una economía que desde el año 2008 no se recupera.
De llegar a ganar Le Pen, Trump encontraría una aliada de primera línea en Europa.
La balanza política en el mundo podría inclinarse de manera muy peligrosa apoyando acciones por ejemplo contra Corea del Norte y Siria que tienen en vilo al mundo.
Contrariamente, si triunfa Macron, quien no deja de cautivar a los franceses por su inteligencia e historia de amor con quien fuera su profesora de literatura, mayor que él en 24 años, si triunfa, Francia no mirará hacia los Estados Unidos, sino que se concentrará en la disminuida Unión Europea.
Lo que a partir de hoy se juega Francia es una encrucijada política no sólo para el país galo, sino que se extiende a Europa y el mundo.