Probablemente ha sido el discurso que ha generado en todo el mundo más expectativas y hasta temor en muchos años. Supongo que revisando la historia, podría superarlo probablemente al inicio de los años 60, con la crisis de los misiles en Cuba, la intervención del presidente Jhon F. Kennedy que en ese momento podía significar una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia. El viernes hablaba con firmeza Trump: “La realidad es diferente, madres y niños en la pobreza, fábricas oxidadas, crimen y drogas nos han robado demasiado potencial. Esta carnicería americana se detiene aquí y ahora”, fue una parte de la intervención del nuevo presidente que muestra la nueva era que comienza. Quizás lo más preocupante venía un poco más adelante: “hemos enriquecido la industria extranjera, hemos defendido otras fronteras, y gastamos millones en el extranjero mientras nuestra infraestructura ha caído en deterioro”. “América para los americanos”. Es un discurso nacionalista que genera temores.
Hay temor por muchas cosas: por el perfil de muchos de sus consejeros y asesores que ahora comenzarán a decidir temas críticos en el mundo. Un analista político de la talla de Moisés Naín expresaba por estos días, que de las muchas preocupaciones que ha suscitado la llegada del nuevo mandatario, lo que más le parecía grave e inquietante, era la percepción que tenía Trump sobre el cambio climático, afirmando el mandatario que eso es un invento de China para frenar la economía norteamericana. Que esa pudiere ser la idea de algún político o periodista latino despistado, pues las cosas no serían graves. Pero que eso es lo que cree firmemente el nuevo presidente de una de las potencias del mundo, da pánico y suscita temores.
Qué tanto podría resultar afectada América Latina por decisiones de Trump? Posiblemente en los inicios de su mandato, excepto el caso de Méjico con la decisión de construir el muro, no existan decisiones que nos puedan afectar. Entre otras cosas, como también ya lo ha anunciado Trump, el desmonte de muchas de las políticas de Obama le tomará mucho tiempo. Muchos de los nuevos pobres americanos que fue quienes lo llevaron al poder tienen sus esperanzas en el nuevo mandatario, quien prometió que ese desastre y esa carnicería humana terminará ahora. De todos modos la implementación de una fuerte política proteccionista como lo ha prometido, frente a un mundo que anda desconcertado por lo que se está viendo de la globalización, es un choque de intereses de alto impacto que nadie sabe en que podría terminar.
Razón tenía Albert Camus en su libro “La moral y la política”, escrito hacia los años 40, - vale la pena retomar esa lectura de uno de sus capítulos - que mientras que el siglo XX representó para la humanidad el liderazgo de la ciencias, el siglo XXI, decía el escritor francés, será el siglo del miedo. Ya estamos en eso.