El próximo 19 de agosto se cumplirá un año del cierre de la frontera mediante el cual Maduro aisló dos naciones hermanas. Pero en estos once meses de aislamiento el costo ha sido más alto para el lado venezolano, dada la escasez de alimentos, de medicamentos y de elementos básicos de aseo, que superan el 80 por ciento, así como la creciente inseguridad. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela terminará este año con una inflación del 700 por ciento, la más alta del mundo, y una caída del 10 por ciento de su Producto Interno Bruto.
Todo esto ha generado una ola de protestas en casi todo el territorio venezolano con el respectivo rechazo al actual gobierno. Ante esta presión interna y externa, Maduro, Diosdado y Vielma, se han visto presionados a buscar salidas mediante negociaciones con el gobierno de Colombia. Por esto, el próximo 4 de agosto se reunirán las cancilleres María Ángela Holguín y Delcy Rodríguez, para definir los pormenores de la reapertura. Allí mismo se dará a conocer la fecha y sitio de reunión de Santos y Maduro para informar sobre los resultados de los diálogos.
Según los medios de comunicación, la reapertura de la línea fronteriza para personas y vehículos, en sus 2.219 kilómetros, se puede dar antes del cumpleaños del cierre. De fuentes no identificadas, el pasado martes 26 Portafolio dio a conocer los avances del plan trazado por las autoridades colombianas, tanto nacionales como regionales, para la esperada reapertura. Allí se resalta la inversión en la infraestructura de los pasos fronterizos, con la ubicación de las oficinas necesarias para que la Dian, Migración y la Policía, puedan cumplir sus tareas. Se ubicarán cámaras, sensores y hasta drones a lo largo de la línea divisoria para detectar cargamentos ilegales de parte y parte.
El acuerdo contempla, entre otros puntos, la creación de un fondo binacional de salud que garantice la financiación de la atención médica a los venezolanos, que el cambio de moneda solo se pueda hacer en casas de cambio autorizadas, así como la posibilidad de que sea el gobierno venezolano el que abastezca de combustible al área metropolitana de Cúcuta. Como estrategia, para evitar el contrabando, se incrementará el precio del combustible para los colombianos en Ureña y San Antonio. El tema del transporte internacional también es parte del estudio de este acuerdo binacional.
Se considera que la transición durará unos seis meses después de reabierta la frontera para luego seguir con la estabilización. Tras larga espera, en la que a cada instante se recuerda la vieja canción del mejicano Víctor Cordero, El Puente Roto, todo parece indicar que, el Puente de Tienditas, con una inversión de 40 millones de dólares, permitirá el paso de lado y lado de la frontera. Definitivamente no hay mal que dure cien años.