El pasado 22 de febrero, día internacional de la igualdad salarial entre hombres y mujeres, se celebró el “Venezuela Aid Live” en el Puente de Tienditas. El concierto, que buscaba reunir 100 millones de dólares para atender las necesidades de miles de venezolanos, contó con la participación de 33 famosos artistas, una asistencia de 400.000 personas y gran cobertura internacional.
El éxito del concierto superó lo esperado, aunque al otro lado de la frontera lastimosamente no sonaron las tamboras anunciadas desde Caracas por Nicolás maduro. El primer Aid Live, recordado como el evento de rock más grande de la historia, se celebró el 23 de julio de 1985, en forma simultánea en los estadios de Wembley (Londres) y elJonh F. Kennedy de Filadelfia. Mientras en 1985 se buscaba recaudar fondos en beneficio de países de África Oriental, el de ahora buscaba fondos con destino a las múltiples necesidades de gran parte de la población venezolana.
De los 1.900 millones de dólares que se esperaban recaudar en el famoso evento del Rock apenas se recogieron 240 millones y de los 100 millones calculados en la fiesta de Tienditas solo han llegado 2.6 millones de dólares, pero las oportunidades de donación están abiertas hasta el 22 de abril.
Se dice que después de la tempestad viene la calma, pero aquí no tiene aplicación, pues sin desconocer los beneficios derivados del evento artístico en favor de nuestra ciudad, los costos de la crisis fronteriza cada día aumentan ante la prohibición del paso por los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
Para reafirmar los pedidos de las autoridades regionales al gobierno nacional, expresados a través de los medios de comunicación locales, EL Tiempo en su edición del miércoles 6, resalta la crisis que vive Cúcuta y su área metropolitana, tras el cierre de la frontera,como la peor desde 2015. Según la Asociación de Supermercados Independientes de Cúcuta (Asicuc), el comercio está paralizado, pues cerca de los puentes internacionales unos 700 locales permanecen cerrados. Además, las transacciones en la mayoría de las 260 casas de cambio que operan en la zona fronteriza han sufrido una reducción del 40 por ciento, mientras los transportadores de carga no pueden despachar su mercancía. ¿Hasta cuándo?