Por estos días pareciera que la temperatura electoral coincide con el calor de la ciudad. La expectativa por lo que pueda suceder en las elecciones regionales es muy grande. En mi caso el martes estuve hablando telefónicamente con el general Mora sobre su aspiración a la gobernación, y quedando pendiente un café para conversar, es una opción que llama mucho la atención. Colombia está asediada por tanta inseguridad, y quien proponga una estrategia probable de enfrentarla podría llegar a tener opciones. Hablé un buen rato con la periodista Dalia Pineda, aspirante al concejo municipal, y su conocimiento y compromiso con la comunidad salta a la vista. Conoce con precisión y mucha responsabilidad política los problemas de cada comuna.El viernes en la noche tuve una larga conversación con Sergio Maldonado. Me relató su experiencia en el sector social por varias zonas del país, incluso en algún momento al lado de uno de los sociólogos más importantes del país como Alfredo Molano. Muchas ideas y proyectos en su aspiración.
La tarea por rescatar a Cúcuta es muy urgente.Bajándome del avión el miércoles me dirijo al centro de la ciudad y el centro era un verdadero caos. Terminaba la marcha de los reservistas en el parque Santander. El taxista me comenta que en ocasiones dura hasta más de 20 minutos un desplazamiento entre la Gran Colombia y el parque Santander. No hay la más mínima cultura ciudadana, carros en contravía, motos imprudentemente circulando, los pitos y el ruido es ensordecedor. Que caos de ciudad. No hay alcalde, no hay administración. Llego a pensar que en horas pico Cúcuta es más congestionada y caótica que la misma Bogotá, que tiene una de las calificaciones internacionales de estar entre las cinco más congestionadas en el mundo. Finalmente en Bogotá hay más vías y es posible tomar un atajo. Aquí en Cúcuta no hay esa opción.
Alguien me preguntaba mi opinión sobre la posible incidencia de la revocatoria del beneficio de la casa por cárcel del ex alcalde Suárez en la campaña de Leonardo Jácome. A primera vista la debería debilitar, aunque en Colombia sabemos que desde las cárceles se hace política, negocios y hasta suntuosas fiestas. Llego a pensar que las próximas elecciones regionales están marcadas por una fatiga de mucha gente que lo expresa, sobre unos candidatos del pasado, que tuvieron una oportunidad, que muy poco hicieron, que mantienen prácticas e intereses inescrupulosos con tal de ganar, y de otro lado se ve gente con optimismo, con ideas sobre lo que puede ser un mejor Norte de Santander y sus ciudades. Es gratificante escuchar gente con ese entusiasmo y compromiso para que en las próximas elecciones suceda lo mejor.
El general Mora es una apuesta interesante y refrescante para la región. Si bien es conocida la maquinaria política que por años ha logrado edificar William Villamizar, lo cierto es queen Cúcuta hasta en las comunas se escucha cansancio y fatiga yvoces de frustración por lo que podría ser un tercer mandato. No es una tarea fácil, por cuanto si bien en la ciudad hay mucha inconformidad, sabemos que en las poblaciones se tejen intereses que dan resultados a la hora de votar. En todo caso hay aspirantes con ideas y responsabilidad con la región que quieren llegar a tener un espacio en las elecciones y hay que apostarles a ellos. Ayer hablaba con Jaime Buenahora y me expresaba que el próximo jueves inscribirá su candidatura. Candidatas al concejo como Dalia Pineda son refrescantes; escuchar la propuesta de la candidata Yancy Yolanda Jaimes con su compromiso para ayudar a gestionar recursos para brindar apoyo sostenible a las mujeres más vulnerables del municipio es lo que Cúcuta necesita.
Son varios encuentros políticos. Son unas elecciones en las que hay un electorado que percibe que lo utilizan, que lo engañan, que la región no avanza. Estaré en las próximas columnas escribiendo sobre personas valiosas que dan la lucha.