Todavía hay pasajes para Rusia, quedan bastantes cupos disponibles, pero si la selección colombiana sigue jugando como lo ha hecho en las jornadas recientes, no logrará el objetivo, uno de estos preciados premios y nos quedaremos con las ganas de verla entre las escogidas por medio de la eliminatoria que se juega actualmente para participar del evento deportivo de mayor envergadura en todo el mundo.
El técnico es el mismo, don José Pekerman y los jugadores aunque han sido nuevos algunos de los convocados, siguen siendo los mismos conceptos técnicos y tácticos que, tan buenos resultados le dieron al equipo de cara a Brasil y en el torneo mismo, tanto que le fueron reconocidas sur virtudes y aciertos. Por ahora se navega en aguas no masas y la clasificación está lejos de estar asegurada.
Sin entrar en el análisis futbolístico propiamente dicho, para eso están los Mejías, Londoños, Meluks, Vélez, Hernández y demás miembros de los equipos de comentaristas de los medios radiales, televisivos y escritos; es justo expresar lo que se percibe en el ambiente y esto es, la falta de conexión de la selección con los aficionados, este conjunto no transmite alegría, no genera pasión y el acompañamiento de los aficionados se percibe muy tenue. La gente entiende que esta es otra versión de la selección, pero no enamora y está haciendo más difícil el recorrido para llegar Rusia.
Dentro del equipo se nota que hay individualidades dispersas, no se conectan los jugadores para lograr cohesión entre las líneas, está ocurriendo como antaño cuando una que otra figura descollaba pero el equipo jugaba como nunca y perdía como siempre. Este no es un equipo compacto, no se le notan las ganas a sus integrantes, la cancha la caminan y no la corren con la alegría enjundiosa a la cual nos acostumbraron.
Ahora cuando los partidos no se ven, sino se leen, se nota a leguas que el técnico no puede leer con claridad el juego de sus dirigidos y que los jugadores se enredaron entre líneas. Por esto mismo es que se tienen que probar jugadores en las diversas posiciones, como si estuviera improvisando, pero hasta ahora no ha descollado ninguno para que maraville a los hinchas que llenan el estadio Metropolitano de Barranquilla, cada vez que hay una nueva fecha en condición de local o en las canchas foráneas, los televidentes sufren la misma decepción.
Pero a pesar del desánimo actual, confiemos en que la selección va a enderezar el caminado, que el rendimiento será mayor y los puntos necesarios para clasificar se van a lograr para comprar con ellos el boleto a Rusia, que aunque distante por ahora, no podemos perder la ilusión de estar allí con el equipo propio, lo cual hace mucho más atractivo cualquier campeonato mundial.