Ayer estábamos de brujas, y mañana estaremos de ánimas. Unas y otras nos causan miedo. A pesar de que dicen que las brujas no existen, y a pesar de que aseguran que los muertos no espantan, la verdad es que les seguimos teniendo terronera.
Lo que sí es cierto es que las brujas de ahora no viajan en escobas como las de antes. Ahora van en camionetas último modelo. O en moto, si la bruja es pobre. Sé de buena fuente que una bruja vive amenazando a su amante, que si no le compra la moto que quiere, lo va a echar al agua, divulgando sus amoríos secretos. Es una bruja extorsionadora, según cuentan. El tipo no ha querido comprarle la moto, y la bruja sigue empeñada en sus malévolos propósitos.
Recuerdo mis casi olvidados años de infancia, cuando una bruja llegaba todas las noches a la cumbrera de mi casa, a no dejarnos dormir, con risas estridentes, carcajadas infernales y alaridos como de alma en pena. Mi mamá tuvo que acudir donde el cura del pueblo, que le dio agua bendita y le enseñó el Magníficat, una oración que dizque tiene poderes mágicos. La noche que le hizo el conjuro, la bruja salió corriendo, pero dejó la escoba, y mi mamá al otro día se fue, de casa en casa, preguntando por la dueña de la escoba. No apareció nadie, pero mi mamá quedó con la duda de que era una amiga de mi papá, que quería hacerle la judía.
Otro mito que se ha derrumbado sobre las brujas, es que son feas, de nariz larga, huesudas, de capirote con estrellas y túnica negra. Mentiras. Las de ahora usan minifaldas o bluyines apretados o calzoncitos calientes, y son piernonas, gorditas, sonrientes y atractivas. Por eso es fácil caer en sus redes. Y no actúan sólo de noche. Cualquier hora es buena para ellas hacer sus fechorías. Al que le echan el guante, lo agarran por su cuenta, con o sin ayudas diabólicas. Y algunas parecen angelitos.
Pero ¿qué buscan las brujas con sus maleficios? Depende. Algunas buscan quedarse con maridos ajenos. Otras, poner a su hombre a comer sal en la mano, como dicen los ganaderos. Otras, hacer que su marido vuelva a la cama. En fin. La verdad es que a las brujas de ahora, tan delicadas y bonitas, hay que tenerles más miedo que a las de antes.
En cuanto a las ánimas, es mucho lo que se dice sobre ellas. Que hay almas en pena, que vuelven a recorrer caminos y lugares donde estuvieron en vida, o vuelven a pagar alguna promesa que no cumplieron cuando estaban vivos, o a advertir a sus amigos o familiares sobre ciertos peligros que los pueden acechar.
Los cementerios, por lo general, son lugares que causan algún temor, sobre todo de noche. Con frecuencia se escuchan relatos de luces, sombras y quejidos que se ven y se oyen entre bóvedas y sepulturas.
Pero de las ánimas también se dice que protegen a quienes las invocan. La devoción a las benditas Almas del Purgatorio es muy fuerte en la religión católica. Por eso un día como mañana, 2 de noviembre, los cementerios se llenan y a los vendedores de flores, de velas y de responsos les va muy bien.
Hay rumores de que los muertos ayudan a sus seres queridos. Los ocultan de sus enemigos, les dictan el número del chance y les arreglan la situa. Puede ser cierto. Lo mejor es ser su amigo y a veces enviarles un fervoroso padrenuestro.