Hoy la fórmula para los colombianos es goles y votos. Convergen en esta fecha la elección presidencial y la cuarta jornada del campeonato mundial de fútbol que se juega en Rusia.
Es el día para dar por terminada una larga y aguerrida campaña electoral que tiene como protagonistas finales a representantes de dos tendencias políticas bien marcadas y diferentes que, estarán disputándose cada voto este día.
No debe ser óbice el desarrollo del mundial de fútbol para no salir a votar. Vale nuevamente la recomendación que se hace en cada fecha como hoy: hay que salir a votar temprano.
No se debe dejar para última hora el cumplimiento de este deber ciudadano.
También es cierto que abstenerse es dejar que otros elijan y abandonar en el gusto de los demás la escogencia del presidente.
No vale decir tampoco, mañana igual tengo que salir a trabajar, gane quien gane.
Ante la disyuntiva que se ofrece en el tarjetón la decisión tiene que ver con el futuro del país, no es una perogrullada, porque se trata de preferir a quien mejor lo puede hacer.
Para ello debemos escudriñar en las palabras, el programa, las intenciones, la persona, sus antecedentes y todo lo que nos mueva a preferir una de las opciones ofrecidas, dos en persona y una tercería con el voto en blanco para quienes se quedan en el camino de formar un juicio sobre lo que se está escogiendo, también sus razones tendrán para emitir un voto que no tiene valor ni es vinculante en la instancia de la segunda vuelta.
Los que se quedaron sin representante luego de la primera vuelta han decidido adherirse a uno u otro candidato, algunos por afinidad en algunos puntos del programa de gobierno y hacen los llamados acuerdos programáticos, otros en cambio, por mero y rancio antagonismo se pegan a una candidatura, tal como es el caso de los antiuribistas que escogieron a Petro como su opción en esta instancia definitiva.
Examinada la hoja de vida y conocidas sus propuestas en lo personal considero mejor a Iván Duque.
Se presenta con un discurso serio, argumenta su programa de gobierno, sin recurrir a la retórica, es respetuoso de los demás, no lo animan propósitos de revanchismos y está lejos del populismo que crea espejismos.
No ha negado su cercanía con el expresidente Álvaro Uribe, tampoco su admiración, lo cual no lo hace dependiente del líder de su partido el Centro Democrático y es consecuente con esa postura, la cual no oculta.
En esta elección se trata en lo fundamental de llevar a la casa de Nariño a quien tenga la capacidad de mantener y mejorar la economía del país, si este alcanza nuevos desarrollos podrá haber inversión social, mejorar la educación, la salud, el trabajo.
Las oportunidades deben ser para todos movidos por una estrategia sana y realizable. Eso es lo que propone Duque.
Terminada la jornada comicial y conocido el resultado, nos vamos a poder dedicar al fútbol con la convicción de haber elegido un buen presidente y estaremos entonces dispuestos para seguir y hacerle fuerza a James y su corte para que cumplan un buen papel en Rusia.