Hay muchas ocasiones en las cuales por afán nos quedamos en el título, sin que lleguemos a conocer la esencia de un escrito. El título tal vez sea relevante pero en otros casos no lo es tanto. Ayer no más el Papa Francisco acudió a la capilla de Asís, en Italia, para firmar la nueva encíclica que ha llamado Fratelli tutti (Hermanos todos) Como es de entenderse está escrita en italiano y el título corresponde a una expresión de San Francisco de Asís, tomada en forma literal.
Este ha sido otro homenaje del Papa Jorge Bergoglio al mismo santo, primero habiendo tomado su nombre para el papado y ahora con el título de su encíclica. Pero el hecho de no decir hermanas, sino únicamente hermanos, algunas organizaciones femeninas de diverso tipo se han pronunciado en el sentido que esa expresión no las incluye y las discrimina. El Consejo de Mujeres católicas, una coalición de redes de mujeres católicas de todo el mundo, que hace campaña para el pleno reconocimiento de la dignidad e igualdad de la mujer en la Iglesia, le pidió al Papa que cambiará el título y le sugirieron que fuera Fratelli e sorelle tutti (Hermanos y hermanas todos).
Las integrantes de esta organización le hicieron un reto al Papa Francisco cuando le propusieron: “Sabemos que una modificación tan pequeña estaría de acuerdo con el espíritu de San Francisco y con sus propias intenciones. Le instamos a que demuestre que está abierto al diálogo y que escucha las voces de las mujeres. Hacer este pequeño cambio en el título sería un poderoso mensaje de que nos ha escuchado” Ayer después de la misa oficiada por el Papa se firmó el documento sin que se le hubiera cambiado el título.
Se sabe que el Vaticano de manera oficial respondió, señalando primero que la petición había llegado tarde y que no se trataba de excluir a las mujeres “Por el contrario, Francisco eligió las palabras del santo de Asís para inaugurar una reflexión que le interesa mucho sobre la fraternidad y la amistad social y, por lo tanto, tiene la intención de dirigirse a todas sus hermanas y hermanos, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que pueblan la tierra. A todos, de una manera inclusiva y nunca exclusiva”
La utilización del lenguaje inclusivo en cuanto al género en español también ha provocado muchos debates y es considerado de importancia para unos, pero para otros tiene una relevancia mayor para evitar descortesía y discriminación. A este respecto Naciones Unidas ha emitido estrategias que pueden resultar útiles para no lesionar con las expresiones y ser incluyentes, pero sin llegar a ser reiterativos al mencionar al género masculino y femenino. Recomienda evitar expresiones negativas, tal vez haya sido una propuesta de otros tiempos con una marcada tendencia machista, por ejemplo: los hombres no lloran, actúa como una niña, se comporta como una señorita y sea fuerte como un hombre.
Con plena certeza las mujeres tienen un papel importante en la sociedad y se les reconoce porque poseen los mismos derechos que los hombres y las comunidades vienen trabajando en ese sentido. El lenguaje ha sido utilizado como una punta de lanza para señalar discriminaciones por parte de las activistas femeninas y no aceptan expresiones masculinas para designarlas porque consideran que no se hacen visibles. Por eso habrá de decirse: los niños y las niñas asistirán a clase. El tribunal está integrado por jueces y juezas. También se podrá echar mano a estrategias tipográficas como: El/La Director/a se ocupará de coordinar.
¿Y mientras tanto qué dirá la encíclica papal?