No hay duda que la realidad supera la ficción. Los incontables tratados de la historia humana así lo confirman. Dentro de este género hay libros extraordinarios como la Historia Intelectual del Siglo XX de Peter Watson, la Historia del Siglo XX corto de Eric Hobsbawn, la Historia del Pensamiento Económico de Murray Rothbard, la Historia del Pensamiento Administrativo de Morgen Witzel, entre otros.
El origen de la convivencia humana implicó necesariamente organizarse y aplicar alguna forma de administración. Este pensamiento fue ganando complejidad a medida que las organizaciones humanas se ampliaron y se fundaron ciudades.
En sus inicios la economía y la administración eran una sola cosa, con el tiempo fueron especializándose hasta llegar al siglo XVIII cuando se crean las primeras cátedras de economía y la escuela de economía clásica, considerada por muchos la primera escuela de economía moderna.
Posteriormente en el siglo XIX se crean las primeras escuelas de administración.
El libro de Morgen Witzel es un excelente trabajo que recoge la evolución del pensamiento administrativo desde sus inicios pasando por las diferentes corrientes: en la era del comercio, la ilustración; la administración científica; las corrientes europeas, la era de los gurús y la era del internet.
En nuestra historia no siempre hemos seguido el camino correcto y esto ocurrió en el mundo de los negocios, donde se impuso en muchas ocasiones solo la avaricia y la explotación de los obreros, pero no todos los comerciantes se movían por la avaricia.
En la edad media la presión social para reconocer los deberes con la sociedad era muy intensa y esto llevó a acciones ´para mejorar las condiciones y en cierta forma redistribuir la riqueza.
Un ejemplo es Cosimo dei de Medici quien creo mucho de la Florencia que se conoce hoy. Los palacios, los trabajos de arte, los edificios públicos fastuosos fueron su regalo a la ciudad. Menos visibles eran las donaciones a fundaciones religiosas, escuelas y hospitales.
Los negocios existían para servir a la comunidad, pero en alguna parte del camino esto se torció privilegiando el individualismo sobre la sociedad y esta premisa es hasta ahora la dominante.
En La profesión de administrador de empresas ocurre que todos consideran que la pueden ejercer. Cualquiera cree que puede dirigir una empresa o administrar un negocio.
Estas apreciaciones se han discutido desde hace siglos, sobre si ser administrador obedece a un talento innato o se requiere aprender. La respuesta, concluyo de la lectura del libro de Witzel, está en ambas partes.
Existe un talento innato para organizar y ser líder, cosa que puede ser de gran utilidad en una organización, pero también se requiere un mínimo de teoría para ser más eficiente y competitivo.
Igualmente esta historia del pensamiento administrativo nos habla de las experiencias de Robert Owen, Frederick Taylor, Henri Fayol, Oliver Sheldon, Mary Parker Follett, Lyndall Urwick, Peter Drucker, Herbert Simon y Michael Porter entre otros. Todos ellos grandes pensadores.
Vale la pena sumergirse en la lectura de este excelente libro, que no solo va dirigido a los administradores, sino a los economistas y a todos aquellos interesados en conocer cómo llegamos hasta aquí, entender cuándo y quienes establecieron la ruta y saber que esta se puede modificar en cualquier momento para lograr una sociedad mejor.
www.fundacioncapitalismohumano.com