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Interrogantes de la ciudad
El problema con la inmigración venezolana seguirá agravándose y decir que esperamos algo del gobierno es muy ingenuo.
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Sábado, 31 de Marzo de 2018

Por estos días de recogimiento y reflexión, de escuchar diferentes puntos de vista de la ciudad y especialmente del reciente análisis auspiciado por la Cámara de Comercio sobre “Cúcuta cómo vamos, llama la atención ante el interrogante que se plantea, de si el ciudadano considera que hoy en los temas de la ciudad vamos por buen camino, como en el 2.016 un 49% de los cucuteños pensaban que las cosas iban bien, y hoy tan solo el 28% estiman que vamos por el camino correcto. 

Ese bajonazo en los últimos meses entre lo uno y lo otro, sin duda es la inmigración de venezolanos que nos golpea y que cada día más nos desconcierta. 

La gran pregunta que hoy en día nos hacemos en la región es cuándo va a parar esta avalancha, si es que algún día termina, o ya ni nos imaginamos cómo podría estar la ciudad en los próximos años.

Ese interrogante de manera necesaria conduce a otro mucho más difícil: ¿hasta cuándo Maduro seguirá al frente de los destinos del vecino país? 

El problema es muy complejo. Tenía oportunidad de intercambiar algunos puntos de vista con un funcionario de la administración municipal, y le comentaba que tuve ocasión de pasar algunos días recientemente en Francia y llegué muy sorprendido de ver el tema de los refugiados por allá. Por muchos sitios de París y sus alrededores, familias de sirios, de Afganistán, del norte de África, familias enteras con niños durmiendo en la calle, y lo que es más terrible, en pleno invierno. 

Por supuesto que varios de ellos amanecían muertos por hipotermia. A principios de año hablaba con alguna de las familias, y me decían algo así, es que vinimos a Francia porque pensábamos que nos iban a apoyar porque este es el país de los derechos del hombre. Pero aquí nos tienen con frío y con hambre.

Por los primeros días del mes de febrero se reunieron el presidente de Francia Macron, y la canciller alemana Merkel para tratar el tema, y ellos allá, dos de las grandes potencias del mundo, llegaron a la conclusión que la única posibilidad razonable que tenían para evitar la desbordada inmigración era ayudar a sus países de origen, tratar de resolverles sus problemas para evitar que sus habitantes llegaren a Europa. 

Y ahí viene la pregunta, ¿qué tanto puede hacer Colombia frente al gobierno de Venezuela para que las cosas cambien y evitar esa migración? 

Hoy en día como están las cosas, con el estado de deterioro del vecino país y la inminente reelección del dictador la pregunta es otra: ¿Qué puede hacer América Latina para neutralizar a Maduro, porque esto ya se convirtió fue en un problema regional?

Nosotros aquí en Cúcuta aún no podemos entender cómo el país más rico reservas de petróleo en el mundo, uno de los ricos del continente, el país al que muchos de nosotros o de nuestras familias hace algunos años emigraron para encontrar otra opción de vida, hoy no tenga comida ni salud pública y se haya convertido en una amenaza continental en algunas enfermedades virales que creíamos superadas. La diferencia entre Chávez y Maduro, era en que si bien los dos son populistas y están lejos de ser estadistas, por lo menos Chávez tenía más percepción de gobierno y le permitía manejar con más acierto los problemas de estado, el problema de Maduro es que es muy torpe. Participa en un concurso de estúpidos y de lejos se lo gana.

Hacia los próximos meses el problema con la inmigración venezolana seguirá agravándose, y decir que esperamos algo del gobierno nacional es muy ingenuo. A Santos lo único que le preocupa ahora es mirar que argucias se inventa para tratar de subir a Vargas Lleras en las encuestas y atajar en lo posible a Iván Duque, porque entiende bien que con Uribe detrás del trono su estancia en Londres ya no será tan apacible. En fin, tendremos problemas para rato y para terminar un comentario al margen: No otro calificativo puede señalarse de Insensatez la decisión del día sin carro en un viernes santo, cuando mucha gente está de visita en la ciudad, y peor aún, de buena fuente me decían que no se hizo ninguna medición ambiental.

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