Rescatando la expresión del popular periodista deportivo Iván Mejía, que etiquetó al ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, de diabólico y perverso, afirmamos sin lugar a dudas que no se quedó corto en sus adjetivos, pues una vez conocido el texto del proyecto de ley de la reforma tributaria, el reconocido exministro de hacienda Juan Camilo Restrepo lo calificó de ancheta, o sea que lleva de todo donde le mete la mano al bolsillo principalmente a la clase media para abajo y muy poco a la privilegiada, disfrazándola como “ley de solidaridad sostenible que erradicará la pobreza”.
Mentirosos los argumentos del señor Duque(diferente a su pensamiento como senador y aspirante presidencial) y su perverso ministro de hacienda, cuando proponen gravar a los “pudientes” asalariados de $2’800.000 y pensionados de $4’800.000, aumentar y establecer el IVA a muchos productos que encarecerán el costo de vida a los colombianos, establecer peajes en la ciudades, IVA del 19% a la gasolina, excluir el impuesto del IVA descontable en la cadena de producción que necesariamente aumentará el valor del producto al consumidor final, IVA del 19% a los servicios públicos de los estratos 4,5 y 6 ; disminución de los descuentos en el impuesto a la renta de personas naturales del 40 al 25%, haciendo más gravoso su pago y muchas más que contiene la ancheta con su cascada de impuestos en 110 páginas y 163 articulitos como dijera Juan Camilo y que por espacio es imposible resumir en este artículo..
Por Dios ¿por qué el Gobierno no acogió las recomendaciones de la Comisión de expertos de desmontar las exenciones a los sectores industriales, financieros, comerciales, de servicios de electricidad y gas que por más de 90 billones de pesos deja de percibir el país y que el contralor delegado para la economía y finanzas señala como regalos tributarios del gobierno y en un estudio hecho sobre el particular manifestó la imposibilidad de una evaluación de la utilidad de estas exenciones por cuanto se habían otorgado sin metas que hicieran medible los resultados en generación de empleo, crecimiento económico y productividad?
Gobierno, reduzca el tamaño del Estado, controle el despilfarro, los gastos suntuarios de escoltas, carros blindados, viáticos, pasajes aéreos, contratación superflua, la evasión, elusión tributaria y algo muy importante por donde se escapan billonarios recursos: ¡la corrupción! Que la Fiscalía, la Dian y los órganos de control actúen, no solo presentando proyectos que amplíen sus plantas de personal, para satisfacer los apetitos personales de los politiqueros, sino que combatan la impunidad en todas sus manifestaciones.
Pero contrario sensu, en el artículo 14 del proyecto de reforma crean un Comité Autónomo de la regla fiscal como organismo de carácter técnico adscrito al Ministerio de Hacienda, con planta de personal y todas sus arandelas para aumentar el tamaño del Estado y en el artículo 158 pidiendo una autorización para una adición presupuestal para el presente año de 11 billones de pesos, 9 de los cuales irían para funcionamiento, o sea, proyectando más gastos del Estado.
Con cuanto cinismo nos pretenden disfrazar una reforma dizque para regalar como ingreso solidario un pírrico subsidio de 80 mil pesos por persona pobre y extremadamente pobre que con limosnas no los van a sacar de la pobreza pero que financiada por la clase media paganini en esta reforma, ahora los nuevos pobres, por cuenta de los impagables y confiscatorios impuestos, será precisamente la clase media.
Con lupa estaremos pendientes de nuestros flamantes congresistas para ver la posición que tomarán frente a tan inconveniente proyecto en estos momentos de pandemia. ¡Un voto castigo para los congresistas que por mermelada acompañen al Gobierno!