Odebrecht es un conglomerado brasileño de negocios fundado en 1904 por el ingeniero Humberto Odebrecht. Sus negocios están diversificados con fortaleza en los campos de ingeniería y construcción, así como en la manufactura de productos químicos y petroquímicos. Está presente en 25 países de 4 continentes, la integran 128.000 personas de 80 nacionalidades y sus productos son exportados a más de 100 países. En Colombia está desde 1992.
A finales de la década de los ochentas esta poderosa organización creó una caja especial con el nombre de “sector de relaciones estratégicas” desde donde salía el dinero con destino al pago de coimas. La primera secretaria de este departamento de sobornos fue una empleada veinteañera que permaneció al frente desde 1987 hasta 1992, cuando fue despedida. Debido a la confianza depositada durante cinco años, esta chica se llevó los registros que había levantado y los mantuvo en secreto casi durante 25 años, hasta que decidió entregarlos a la justicia brasileña.
Con base en la información recibida, el 21 de diciembre de 2016 el Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó una investigación sobre realización de coimas de dinero y sobornos a funcionarios públicos del gobierno de 12 países. En la lista americana aparecen 9 países, donde se quedaron 700 millones de dólares para la obtención ilegal de contratos. Colombia aparece en este listado, con una suma de 11.1 millones de dólares distribuidos entre 2009 y 2014 para lograr contratos de obras públicas. La investigación es llevada a cabo por la oficina del FBI en Nueva York.
De acuerdo a una publicación presentada por El Heraldo, entre 2009 – 2014, Odebrecht ha desarrollado por lo menos 14 megaobras en Colombia por un valor de 2.994.2 millones de dólares.
Aunque parezca un contrasentido, en el conjunto de principios, conceptos y criterios de este gran conglomerado, se resaltan los fundamentos éticos y morales. Hay que ver para creer.