El Gobierno expidió el Estatuto de Protección Temporal a migrantes venezolanos.
Con él se trató de poner orden a la vivencia generada por el socialismo de Chávez y Maduro en Venezuela. Recordemos que en el vecino país se residenciaron más de siete millones de colombianos para solucionar problemas financieros y sobrevivir ante la violencia que azotaba y continúa en nuestro país.
Esta medida de inmensa connotación humanitaria, genera satisfacción y preocupación en un país polarizado.
Lo preocupante es saber cómo se examinará la situación de más de 1’600.000 migrantes, muchos de los cuales han aportado experiencia comercial. La inquietud estriba en el alto índice de desempleo para jóvenes y personal que sufre duramente por la pandemia.
Muy inquietante la falta de control de los migrantes, sin conocerse datos de su actividad. Muestra de ello, la quema de los 63 CAI en Bogotá de manera coordinada, lo que evidencia que al igual que en Chile, se estaría recibiendo apoyo de chavistas y cubanos que han ingresado sin control y que han tratado de quemar iglesias.
No escapa a la realidad que el porcentaje de algunos bandidos llegados de Venezuela ha incrementado la delincuencia y presenta estadísticas elevadas que generan inseguridad y preocupación, afectando los trabajadores honestos. Mucho más, cuando se han imputado homicidios a extranjeros, siendo una realidad el auge del secuestro que era un grave cáncer del país.
Cruda realidad el temor por el auge del desempleo, que ven esa protección como competencia en detrimento de los connacionales y en nuestro departamento ha sido más duro, lo que obligó a especialistas en importaciones a viajar a La Guajira, donde no hay mayor control. Recordemos que nuestro departamento, sin mayor inversión social, colocó la tasa más alta de votos proporcionalmente al presidente, buscando acciones efectivas para la zona fronteriza, que lamentablemente no se ven.
Y se habla de mejor atención a los migrantes, recibiendo auxilios de Europa para minimizar esos gastos, sin que se conozca el monto real, mientras se adeudan grandes sumas de dinero al Hospital que se ve obligado a atender a todos, sin recibir oportunamente los auxilios para tal fin.
Falta mucha información al respecto, como, por ejemplo, quiénes apoyan esas políticas fronterizas, monto claro de ellas, su donación, inversión y otros datos sobre tan importante tema.
Grave, que la zona fronteriza es controlada por efectivos venezolanos que cobran al igual que en el lado colombiano, la cual está bajo el mando de grupos guerrilleros que reciben apoyo del vecino país, haciendo más gravosa la situación a quienes vienen a adquirir productos para su mediana subsistencia
Venezuela demoró 18 años para derrumbarse, al tener petróleo, gas, oro, minerales y de ser la nación más rica de América Latina, llora hoy. Si Colombia cae en el socialismo, en menos de 3 años estaremos viviendo la misma situación venezolana, además por el hurto del dinero del erario público, que crea descontento.
