Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se confirma el florecimiento de la era de empresarios presidentes. En la región esta tendencia se inició en 2010 con Sebastián Piñera como presidente de Chile, luego Horacio Cortés en Paraguay, Mauricio Macri en Argentina y Jovenel Moise en Haití.
Para que no quede duda del estilo de gobierno que Trump aplicará, 6 de los principales cargos de su gobierno han sido confiados a ejecutivos de Wall Street y a directivos de multinacionales. En los primeros 5 días emitió las órdenes ejecutivas (decretos) para iniciar la salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y autorizar la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, con el propósito de impulsar la industria energética, pues facilitarán el transporte de petróleo desde Canadá e internamente.
Ya se iniciaron los trámites para para aliviar la carga del Obamacare con la prohibición de la ayuda a organizaciones no gubernamentales y se adelantan las conversaciones tendientes a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte-NAFTA (Estados Unidos-Canadá-Méjico). Todo indica que los tratados de libre comercio multinacionales desaparecerán y se pondrán en marcha los acuerdos bilaterales.
Mientras con su manera de proceder Trump demostraba a sus compatriotas y al resto del mundo que lo prometido es ley, en Davos (Suiza) se celebraba el Foro Económico Mundial con la participación de líderes políticos, empresarios, periodistas e intelectuales de todo el mundo, para analizar los problemas más apremiantes que sufre la humanidad. Según informe presentado por OXFAM, confederación internacional no gubernamental que realiza labores humanitarias en 90 países, 8 personas poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial, cerca de 3.600 millones de personas. Esto demuestra que la brecha entre pobres y ricos es mucho mayor de lo que se creía. ¿Las causas de esta desigualdad? La evasión de impuestos por parte de las empresas de los más ricos y el uso del poder para influir en las políticas públicas.
Entre las razones que Trump ha expuesto para ordenar las construcciones del muro y los oleoductos está la de generar trabajo, tanto en el desarrollo de estas obras como en la fabricación de las materias primas utilizadas. Trabajadores y materiales utilizados serán de Estados Unidos. Y según sus argumentos, los ciudadanos tendrán mayores ingresos y en consecuencia no hace falta el Obamacare.
Esta iniciativa del nuevo presidente de la primera potencia mundial para crear fuentes de empleo, contrasta con la decisión tomada por algunas de las reconocidas cadenas de comercio que operan allí, de cerrar varias de sus tiendas debido a la baja en las ventas en la temporada de final de año, como consecuencia del cambio de tendencia de los compradores y la irrupción de poderosas cadenas minoristas de comercio electrónico. Como ejemplo se puede citar el caso Macy”s, que en los primeros días del año anunció el cierre de 70 puntos de venta de las 730 que están en operación y el despido de 10.000 empleados. El salario medio por hora en Estados Unidos es de 26 dólares.