“No más gobierno por Skype”, sin duda ha sido la publicidad más creativa e impactante en esta larga campaña que se extenderá durante cuatro meses más, en la que el candidato por el partido verde a la cámara Francisco Javier Cuadros con una sola publicidad, con una sola imagen, trata de reflejar lo que sucede en la ciudad. Ha sido una decisión oportuna y valiente. El curso que está tomando el debate electoral en Colombia ha polarizado a la sociedad entre la derecha y la izquierda como no sucedía en mucho tiempo, quizás no sucedía desde el año de 1970 cuando la Anapo con Gustavo Rojas Pinilla a las 8 de la noche ganaba las elecciones, el presidente Lleras decreta el toque de queda en todo el país, aparece por televisión y ordena que todos los colombianos debíamos irnos a las casas, y al otro día amanece como nuevo presidente Misael Pastrana Borrero. Ese fue el nacimiento del M – 19.
La pancarta de la alcaldía muestra lo que está sucediendo en algunas zonas del país, la realidad administrativa de algunas gobernaciones y alcaldías, y está mostrando que desde algunas cárceles hoy hay más movimiento político y decisiones electorales que en las propias sedes de campaña. Me contaba una candidata al Senado por La Guajira lo que sucede alrededor de “Kiko Gómez”, el exgobernador condenado a 58 años de cárcel por asesinato, quien desde la picota recibe copartidarios, habla con líderes políticos, da órdenes, y se comporta como un verdadero cacique electoral en donde las cuentas que tiene pendientes con la justicia parecieran como surrealistas o pertenecientes a otro mundo. Bastante particular en lo que en algunas zonas se ha convertido la democracia colombiana.
El debate discurre en un escenario en el que hoy se presenta un enfrentamiento entre la efectividad de las encuestas y redes sociales y las maquinarias políticas; hasta dónde las primeras pueden llegar a derrotar a las maquinarias electorales, aceitadas estas últimas desde las cárceles, desde muchos despachos de alcaldes o gobernadores, o peor aún, como sucediera en estos días desde el Sena, que lamentablemente dejó de ser una institución para formar técnicos, y hoy se convirtió en cualquier despacho público al servicio de las campañas electorales. El peor de los mundos en el que se ha convertido el debate electoral en el país. Es decir, esa pancarta que por estos días puso en la alcaldía el candidato a la cámara por el partido verde, puede colocarse igual en muchos despachos públicos del país.
La gente está hastiada de todos esos excesos electorales, de todas esas formas escandalosas de hacer política, y por eso aquí también se presentará una especie de “voto de rabia”, de rechazo a todo lo que está sucediendo, y ese descontento lo sigue canalizando por ahora Petro que sigue de primero en las encuestas, en circunstancias en las que el candidato de Uribe subió y Germán Vargas sigue perdiendo puntos. Todo apuntaría a que en mayo la sociedad colombiana entre políticamente a algo parecido a lo que sucede con los enfermos en cuidados intensivos, de extremo cuidado, porque de pasar Petro a la segunda vuelta enfrentado a un candidato de derecha, ese mes de mayo y junio próximo sería el de mayor tensión, y hasta peligroso, que viviría el país en muchos años. Por ahora, el próximo 11 votaré por el candidato del Partido Verde a la Cámara porque con su audaz pancarta por lo menos muestra valor civil que merece mejor suerte.