A las renuncias en secretarías claves como Salud, Educación, Seguridad Ciudadana, y la de varios subsecretarios, se suman ahora la del secretario de Gobierno, alfil importante del alcalde y la secretaria de las TIC, todas, al parecer, por diferencias en la forma como Jairo Yáñez conduce la administración municipal. Y aunque Yáñez sólo ha dicho que las dimisiones han obedecido a “motivos personales”, mi experiencia me dice que renuncias voluntarias a cargos de esa naturaleza, son muy raras, por decir lo menos.
En lo atinente al ex secretario Francisco Cuadros, podemos decir, con toda objetividad y con algún conocimiento político, que su renuncia era un hecho que se venía venir y debió darse por varias razones. Veámoslas: 1ª) Porque sólo se salvó de la moción de censura debido a la mayoría cualificada exigida por la Constitución para estos casos (algo similar a lo sucedido con Hillary Clinton cuando perdió la presidencia con Trump, pese a haber logrado ella más votos que él.) 2ª) En favor de Cuadros, estuvieron 7 de los 17 concejales que votaron en contra de la moción; es decir, sólo obtuvo un respaldo del 42%, lo cual en términos de mayorías políticas deja ver que perdió, más teniendo en cuenta sus manifiestas aspiraciones. 3ª) Pero lo que Cuadros consideró como triunfo el salir avante de la moción en su contra, le salió muy caro pues al parecer para lograrla firmó, la víspera de la sesión, 32 contratos que favorecieron (¿enmermelaron?) a los que votaron en su favor y eso hizo estallar las alarmas que terminaron con su renuncia. Fue algo parecido a lo ocurrido a Pirro, Rey de Epiro, quien venció a los romanos a costa de la vida de miles de sus hombres, y al ver el resultado de la batalla, dijo: «Otra victoria como esta y volveré solo a casa». 4ª) Por lo anterior, se concluye fácilmente que Cuadros obtuvo lo que se conoce como una victoria “pírrica”.
Entró Cuadros a formar parte del libro de los récord Guinness al solicitar hojas de vida, propuestas, etc. y simultáneamente revisarlas, subirlas a la plataforma del SECOP y en 44 minutos como lo dio a conocer el diario la Opinión, firmar los contratos que le asegurarían “su victoria”, la misma de Pirro.
Con esa actuación, “pirro” Cuadros superó y de lejos, a Francisco Cortés, ex gerente de la EIS de la anterior administración, quién se encuentra incurso en investigaciones disciplinarias y penales por cuenta de las quejas y denuncias del alcalde Yáñez, quien extraña y amañadamente guarda cómplice silencio en este caso (¿sindéresis o incoherencia?).
Con este desgobierno, caos, improvisaciones, desidia y soberbia que solo habla y habla de “estrategias y articulaciones”, pero sin ejecutorias efectivas, debería trasladarse el alcalde a la estratosfera donde podría encontrar el perfecto equilibrio dinámico que pare las dimisiones de sus colaboradores; y no nos sorprendamos con que la próxima renuncia fuera la del Capitán del barco, que debe ser el último en abandonarlo.