El doctor Art Caplan, médico de la División de Ética en la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, la ciudad del mundo más golpeada por la pandemia de la COVID-19, con el mayor número de casos y muertes; ha expresado su pensamiento y sus reflexiones sobre un tema vital, las cuales transcribo literalmente, con la intención que nos ayude a pensar libremente sobre nuestras responsabilidades y nuestros compromisos personales y sociales.
“Estados Unidos está profundamente dividido acerca de si es hora de abrirse y regresar a una aparente normalidad. Hemos visto a muchos grupos manifestarse vociferantemente para que su estado se abra más rápidamente, a veces en formas que creo que son éticamente dudosas. Por otro lado, me parece que estos grupos se están reuniendo de manera que crean riesgos para la salud pública. Sea como fuere, muchas personas en las manifestaciones no se protegen. No se mantienen separados. No llevan máscara. No están haciendo ningún comportamiento que minimice su riesgo. Éticamente, creo que la libertad es genial cuando uno sale y se manifiesta, diciendo: “No voy a seguir órdenes, voy a ir a un bar, voy a abrir mi negocio prematuramente”.
Puede ser por la libertad. Pero históricamente, como siempre han dicho los filósofos, la libertad tiene responsabilidades y tiene límites. Parafraseando a John Stuart Mill, el gran defensor de la libertad en el siglo XIX, “Tu libertad de mover el brazo termina en la punta de la nariz del próximo tipo”.
Es decir, puedes mover tu cuerpo, pero si golpeas a las personas y las lastimas, entonces no tienes la libertad de hacerlo.
Deberíamos tomarnos en serio los deberes, responsabilidades y mensajes que acompañan a los grupos que se reúnen de formas que no son seguras. Propongo que solicitemos a las personas que firmen una tarjeta de compromiso que diga: “Si me enfermo y necesito hospitalización, entonces quiero estar al final de la fila en términos de obtener recursos de atención médica”.
Sé que suena radical porque muchos médicos creen firmemente (lo que yo apoyo) que no se clasifica a los pacientes sobre la base de quién es una persona buena o mala o quién es o no virtuoso. Por otro lado, si estamos en circunstancias racionales y te enfermaste porque no seguiste las reglas y recomendaciones y las ignoraste deliberadamente, fuiste a lugares y fuiste grabado burlándote de ellas públicamente, entonces creo que deberías tener las agallas de decir: Sé lo que estoy haciendo.
Política difícil, pero al final del día, creo que parte del mensaje debería ser que tú eres libre de elegir. Eres libre de demostrar, eres libre de dejar que se conozcan tus prioridades. Pero si te enfermas y no sigues las precauciones básicas de seguridad como parte de lo que estás haciendo, entonces debes tener la fortaleza moral para decir: “Entiendo las consecuencias y estoy dispuesto a aceptarlas”.
Pienso que esas son reflexiones duras y difíciles de aplicar. Pero observamos que hay personas asistiendo a eventos masivos en nuestras ciudades, se reúnen para hacer celebraciones, sepelios y otras actividades, las cuales están vedadas.
A nadie se dejará sin atención, como es debido, ni se le va a castigar. Pero recalquemos, ahora es preciso portarse con responsabilidad individual, esta es la clave y debemos hacerlo por el bien de cada uno, su familia y toda la comunidad.
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