Sin duda alguna, la Universidad Libre es uno de los activos funcionales y consolidados de la educación superior en Colombia. Fundada por el general Benjamín Herrera hace más de cien años su aporte al conocimiento ha sido extraordinario, lo cual le ha permitido la formación de profesionales en diferentes carreras con calidad intelectual para el desempeño de las responsabilidades que asumen. Ha contado, claro está, con orientadores capaces, fieles a los principios que fueron soportes de la creación de un centro de estudios pensado para fortalecer la libertad, la paz y demás garantías inherentes al desarrollo de la democracia.
Ese patrimonio llega a Cúcuta en enero de 1958, cuando se suscribe la escritura 58 de la constitución en la notaría segunda. Uno de los firmantes es el dirigente chocoano Diego Luis Córdoba, congresista y presidente de la Universidad Libre entonces. A partir de esa fecha se puso en marcha sin interrupción la seccional, con varios programas académicos, de los cuales el derecho ha mantenido la mayor demanda entre los estudiantes. El tiempo no ha marchitado el énfasis del claustro. Y ese resultado se debe al buen manejo que ha tenido.
El pasado jueves la Academia de Historia de Norte Santander le hizo reconocimiento a la seccional de la Universidad Libre con la entrega de la medalla Premio a toda una vida al jurista y docente Iván Vila Casado y el recibimiento como miembros honorarios de la institución al presidente nacional del alma máter, Jorge Orlando Alarcón Niño; el vicepresidente de la misma, Jorge Alfredo Gaviria Liévano y al presidente-rector de la seccional, Juan Antonio Nieto Escalante.
Todos con merecimientos ciertos acumulados en sus vidas, por los saberes de que son portadores, por la conducta transparente de sus actos.
La vinculación de Iván Vila a la Universidad Libre es surtida y sobresaliente, como catedrático y conductor de ese establecimiento. Su desempeño profesional también ha sido dinámico en cuanto le ha correspondido hacer, incluida la política y de la cual recuerda las utopías que fueron parte de su itinerario existencial.
Del engranaje humano de la Universidad hace parte Juan Antonio Nieto, un profesional inteligente y lúcido, idóneo y eficiente. Su llegada a la seccional es un aporte positivo a la región.
No son tan holgadas las condiciones, pero el reto tendrá respuestas que cambien el rumbo.
Y los directivos nacionales, Alarcón y Gaviria hacen parte de la plana mayor de la Universidad y trabajan con dedicación para su beneficio, buscando el cumplimiento de sus objetivos, que le sirven también a Colombia en su desarrollo cultural.
El acto realizado por la Academia de Historia de Norte Santander, presidida por Olger García, le da visibilidad a la importancia que tiene para la región la seccional de la Universidad Libre. El reconocimiento a cuatro de sus directivos no solamente es una distinción para ellos. Le llega a la comunidad como un abrazo de aprecio generalizado en función de la educación superior, tan fundamental para abrir nuevos espacios de bienestar colectivo.
Puntada
El proyecto de autorizar el porte generalizado de armas merece reflexión libre de ofuscamientos, no sea que resulte peor el remedio que la enfermedad.
ciceronflorezm@gmail.com
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