Durante la campaña electoral pasada se pronosticó sin mayor esfuerzo que tendríamos una mujer en el cargo de vicepresidente de la república dada la abundancia de candidatas a este cargo. 

Con la victoria de Iván Duque, también ocurrió la de Martha Lucia Ramírez, quien accederá el 7 de agosto al segundo cargo público más importante del país. 

Se trata por tanto de una situación novedosa, será la primera mujer que se acerque lo más posible al círculo del poder derivado del ejecutivo. 

Con este hecho las mujeres, aunque han aspirado antes a la presidencia y no lo han logrado, tendrán su representación en esa oficina con una agenda propia y con capacidad de influenciar en las importantes decisiones que tendrá que tomar el presidente en muchos aspectos. 

Las funciones propias del vicepresidente son esencialmente reemplazar al presidente y este podrá confiarle misiones o encargos especiales. 

La titularidad de este cargo hasta este periodo presidencial ha sido ocupado por hombres, pero ahora, será una mujer quien lo ocupe, ella ha tenido diversas misiones en su actividad como funcionaria, fue la primera mujer en ser ministra de defensa, senadora y otras actividades destacadas dentro de su partido político. 

Las mujeres cada vez más tienen la oportunidad de ocupar puestos de mando bien sea por designación o elección, en el primer caso se espera una nutrida participación femenina en el gabinete ministerial del electo presidente Duque que, harán equipo con la vicepresidente Martha Lucía Ramírez. 

El hecho que no haya sido muy enfática durante la campaña en el tema de los derechos de las mujeres y sus reivindicaciones feministas previene a algunos de los analistas y opositores al próximo gobierno, en el sentido que esa no será una prioridad para la nueva vice. 

La representación de las mujeres en el nuevo gobierno le cabe el liderazgo a esta funcionaria, para nada desconocida en el ámbito político y estará atenta a la defensa de sus congéneres, en una época en que algunos piensan que el feminismo está teniendo un resurgir y se ha puesto de moda, al unísono con movimientos de otro tipo que reclaman igualdades en el trato y sus derechos, a lo cual no se puede negar el nuevo gobierno, aun siendo de la tendencia bien conocida. 

A la nueva vicepresidenta le deseamos un auspicioso desempeño y la mejor suerte en el cumplimiento de sus deberes y la actuación en nombre de las mujeres que bien se merecen tener la sartén por el mango en círculos de poder en el gobierno nacional. 

Para terminar, un apunte mundialista. Tiene que ver con la actuación de las selecciones de esta parte, las de Suramérica. Lo que empieza mal, termina mal. 

Esa es la razón simple y sencilla del por qué no hay ninguna selección suramericana entre los finalistas en Rusia. 

Por su parte, la selección Colombia cumplió y debemos reconocerle su esfuerzo y dedicación para mantener hasta última hora la ilusión de quienes vestimos en cada jornada la camiseta amarilla.