Ahora resulta que el senador Roy Barreras va a participar en una consulta por la izquierda en el año 2022 con Gustavo Petro. Ni para creerlo, Roy Barreras ahora es de ideas comunista y es precandidato a la presidencia.
Hoy en día creo que es el político en Colombia que ha pertenecido indistintamente y sin ningún escrúpulo a todos los partidos políticos en el país durante los últimos años, y sin ningún rubor cambia de etiqueta; de pertenecer a la U pasó a Cambio Radical, otro día pasó de ser amigo de las entrañas de Uribe a antiuribista furibundo.
Al principio del gobierno de Duque hablaba bellezas del presidente, y a los pocos meses encabezaba un referendo para revocarlo. Para ubicar mejor el contexto de esta columna y tratar de entender mejor al senador Roy miré en Wikipedia qué es un lagarto, cuáles son sus características que más lo identifican, porqué son así.
Una de las expresiones que hacen parte de nuestro lenguaje, casi de la cultura política colombiana es la expresión de “Lagarto”, para referirse a ese personaje que discurre de un lado para otro en la política, de partido político en partido – si es que así se les puede llamar -, obteniendo los privilegios que pueda lograr aquí o allá, y así transcurre su vida política. Es una expresión muy colombiana. En otro contexto diferente, ya en la historia universal, hubo un personaje que fue reconocido por su habilidad de sumarse al más fuerte en el momento oportuno, de traicionar; casi que lo convirtió en una filosofía: fue José Fouché, el jefe de policía de Napoleón.
En un momento en que Rosbespierre decidía caprichosamente a quien mandaba o no a la guillotina en los años de la revolución, ya iba a dar la orden para mandar guillotinar a Fouché. Dudó un par de días, y esa duda le costó su vida, porque el que mandó guillotinar a Robespierre fue Fouché. Es uno de los mejores capítulos de la historia política que he leído, que siempre recomiendo a mis alumnos, se llama “duelo sicológico”. Un hombre ilustrado que escribía sobre estos temas fue el italiano Curzio Malaparte, en su libro “Técnicas de un golpe de estado”, que escribía cómo derrocar a un presidente y hacerse al poder. Ojalá que el senador Barreras no se lea esta columna y se compre el libro porque ahí si pobre país, con reforma tributaria y Roy Barreras de presidente; para irnos a vivir a Venezuela.
En la historia de Colombia uno de los políticos que mejor representan la política tradicional de Colombia y que fue un maestro de cómo manejar lagartos, sin duda fue Turbay Ayala, quien nunca cambió de partido, siempre fue liberal. Recuerdo haberlo escuchado en alguna ocasión en el auditorio de la universidad Libre, y si algo me sorprendió, fue el de alguien que pudiera hablar tanto tiempo, discurriendo de un lado para otro, pero sin decir nada políticamente coherente. Esa también es una habilidad y seguramente por ello llegó a ser presidente.
Me llamó la atención en Wikipedia que trae una característica muy particular de los lagartos, se llama autotomía, y es que cuando advierten un peligro, destruyen su cola y con el tiempo les vuelve a salir otra. Ahora entiendo mejor a Roy Barreras en ese largo discurrir político: tiene la capacidad de quitarse la cola que tuvo de Cambio Radical, de la U, de uribista, y ahora se puso la de la izquierda. Dios nos libre de estos lagartos.