La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Las emergencias de moda
La de la contaminación del Catatumbo es una muestra del colapso en que se han convertido algunas zonas del país.
Authored by
Sábado, 16 de Febrero de 2019

No sé si han tenido oportunidad de advertir por estos días lo que vive el país, pero muchas de las noticias y sucesos se han convertido en emergencias. La muy grave de hidroituango, la emergencia ambiental en Bogotá, la de la contaminación del Catatumbo, la sequía del río Cauca, la de las cárceles, la derivada de los préstamos “gota a gota”, la de decretar la calamidad pública en la región y que oportunamente señalara por estos días Cristian Buitrago, la emergencia que vive Cúcuta por el impacto de la inmigración y que requiere ayuda ya, y algunas otras que son endémicas como la de la justicia y las EPS, y hasta la que está creando Duque, que no hace sino hablar de la crisis de Venezuela y frecuentemente se olvida de las crisis de Colombia. Se pusieron de moda en el país las emergencias.

El tema de hidroituango es muy técnico, pero donde la versión de el gerente de EPM no se ajuste a la verdad, donde nos esté “cañando” con lo que realmente pueda estar sucediendo, estaríamos ad portas no solo de un gran desastre ambiental de incalculables consecuencias, sino que se convertiría en una de las peores tragedias naturales que pudiera vivir el país. Ojalá no suceda. Por estos días ya comienzan a escucharse de acciones judiciales de los mandatarios de algunas regiones de la costa que han sufrido los efectos de la sequía, y que tienen sus razones para considerar que el origen se debe al mal manejo de la represa.     

Preocupa la emergencia ambiental de Bogotá. En este momento hay unas partículas nocivas que podemos respirar, que llegan a los bronquios afectando nuestra salud, todo debido a un fenómeno climático que se denomina de inversión térmica. Lo que más llama la atención son las recomendaciones que se le está dando a la gente. Nunca podría llegar a imaginar que algunas de ellas es la de evitar hacer actividad física y en lo posible dedicarse al teletrabajo. Es decir, la emergencia ambiental en Bogotá es de tal connotación en 5 sectores de la capital, que las recomendaciones son las de quedarnos encerrados en las casas. Se sabía del problema de polución en varias ciudades del país, pero de ahí a que es mejor no salir, y mejor no hacer deporte en algunas localidades, nos sorprende pero ante la evidencia de lo mal que estamos.

La de la contaminación del Catatumbo, que tardará cerca de 15 años en su recuperación ambiental, es una muestra del colapso en que se han convertido algunas zonas del país, curiosamente después de la firma de la paz, que más que recuperarse e integrarse al país como se esperaba, se han convertido en territorios de alta conflictividad, gobernadas por bandas y grupos criminales dedicados al narcotráfico y minería ilegal. Lo dijo recientemente el politólogo Ariel Ávila, con lo que ha sucedido hasta el momento en el tema de la paz al país: hay algunas zonas de Colombia a donde la paz llegó y ha generado efectos positivos, mientras hay otras zonas del país que definitivamente colapsaron. Decía Ávila, que podíamos llegar a escenarios similares a los que vivimos en los años 50, de regiones en las que un bandolero era quien decidía la suerte de una región. En eso ya estamos en el Catatumbo.

Hablar de las otras emergencias, como la carcelaria o la de la justicia o las EPS, es volver a lo mismo. Decir que en Colombia en las cárceles hay corrupción, no solo no es nuevo, y por ello no puede ser una emergencia, de eso venimos hablando hace algo más de 50 años, y ante todo pone de presente nuestra inoperancia. Algo parecido podemos decir de esas emergencias en la justicia y la salud, que cuando escuchamos que se va a presentar una nueva reforma, el colombiano con toda razón prefiere leer las tiras cómicas porque tiene más sentido. Esas son nuestras emergencias.

      

Temas del Día