Los medios de comunicación muestran a diario desde diferentes partes del mundo el drama de niños en situaciones de angustia. Uno de esos casos cada vez más repetitivo es el de los niños venezolanos enfermos como consecuencia de los duros trayectos que deben recorrer en busca de bienestar o quienes son abandonados por sus padres como consecuencia del éxodo generado por la grave crisis socioeconómica que vive este país.
De acuerdo a información de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), en los últimos años han salido más de millón y medio de venezolanos, de los cuales, según Migración Colombia, 870.000 se han quedado en Colombia. Venezuela es el país de América Latina que genera más solicitudes de asilo en el mundo después de Afganistán, Siria e Irak.
Este creciente éxodo está generando una grave crisis migratoria en países vecinos, especialmente en Colombia y Brasil. Según el director de Migración Colombia, Christian Kruger Sarmiento, entre junio y julio subió en 50.000 el número de venezolanos que llegaron para quedarse.
Si bien es cierto que esta salida de ciudadanos venezolanos hacia otros países tiene efectos positivos como el envío de dinero a los familiares que allí se quedan, las consecuencias negativas como la ruptura familiar con el abandono de hijos y padres superan cualquier beneficio. Pero lo grave de esta difícil situación es que, lejos de vislumbrarse una solución, cada día es más delicada con tentáculos a nivel internacional.
Es difícil entender cómo un país con tantos recursos naturales ha entrado en este túnel sin aparente salida. Venezuela es el país con las mayores reservas de petróleo (casi 300.000 millones de barriles), gas natural, oro, hierro, bauxita, carbón y diamantes. Está entre los siete países del mundo que tienen reservas de coltan (oro azul), mineral escaso y costosos utilizado en microelectrónica, telecomunicaciones e industria aeroespacial.
Mientras hace 35 años un dólar costaba con Bs. 4.35, hoy cuesta BsF 3.721.216 en el mercado paralelo o “Dólartoday”, cuyo precio se calcula de acuerdo al cambio fronterizo, determinado por la oferta y la demanda. Si se cumplen los requisitos para adquirir los dólares en el sistema “implícito”, precio oficial ofrecido por el gobierno, solo se requieren BsF 34.754 por dólar. Vale recordar que ante la hiperinflación que azota al hermano país y la incontrolable devaluación, los precios de cambio se alteran casi cada hora. Además, depende del volumen y de la denominación de los billetes.
La República Bolivariana cuenta con apenas unas reservas internacionales de 8.870 millones de dólares y una deuda externa cercana a los 120.000 millones de dólares. El salario mínimo básico es de BsF1.000.000 y con el salario integral, que incluye bonificación alimentaria, llega a los BsF 2.5 millones. El poder adquisitivo de este salario es casi simbólico, pues escasamente alcanza para dos kilos de carne y un maduro.