Ante el anuncio de la celebración de la 49ª edición de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) el 27 y 28 de junio en Medellín, Maduro respondió con nuevos billetes. El miércoles 19, funcionarios del gobierno revolucionario anunciaron la puesta en circulación de una nueva denominación monetaria en la que sobresalen los billetes de 10.000, 20.000 y 50.000 bolívares.
Según los funcionarios del Estado, este nuevo cambio de denominación, que recupera tres de los cinco ceros eliminados en la anterior emisión hace menos de un año, es una estrategia para responder a la falta de papel moneda como consecuencia de la hiperinflación que, según el Banco Central de Venezuela (BCV), en 2018 llegó a 130.000 por ciento.
Para los representantes del Banco Central esta puesta en circulación de los nuevos billetes hará más eficiente el sistema de pagos y facilitará las transacciones. comerciales. Según analistas internacionales esta medida será de efecto temporal, pues de acuerdo a las proyecciones del Banco Mundial (BM) la inflación en Venezuela puede llegar a 10 millones por ciento este año.
El martes un grupo considerable de manifestantes en Caracas lanzaron billetes por montones frente al Banco Central, no para celebrar la nueva emisión, sino para protestar, pues el salario mínimo de 40.000 bolívares apenas equivale a 6.5 dólares y los cajeros electrónicos solo ofrecen un efectivo máximo de cinco mil bolívares, cifra irrisoria cuando un café cuesta 3.000 bolívares.
Desde que Maduro llegó al poder la economía de la República Bolivariana cada vez empeora, razón por la cual es considerada como la peor crisis en la historia moderna de la región. Los resultados lo confirman, en los últimos tres años el Producto Interno Bruto (PIB) se redujo a la mitad, la hiperinflación crece descontroladamente y según el BM este año la economía venezolana se contraerá un 25 por ciento. Todo esto genera una estanflación (recesión con inflación).
¿Qué nos faltará por ver? Probablemente más billetes y menos poder adquisitivo. El tiempo lo dirá.