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Lo bueno y lo malo de 2015
Lo bueno y casi único en Cúcuta, el logro como mejor Icfes en todo el país de la estudiante Laura Colmenares.
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Sábado, 26 de Diciembre de 2015

Cada vez que termina un año y se hacen balances, no deja de venir a mi mente una idea básica de la filosofía planteada por Nietzsche, que a su vez se convierte en uno de los grandes dilemas y contradicciones del ser humano, la idea del eterno retorno, expresada como aquella encrucijada  que tiene la vida consistente en el riesgo de repetirse de manera indefinida, de convertirse en una  rutina y vida predecible que la hacen pálida e insípida, y por eso para combatir ese dilema está la imaginación y el arte por ejemplo; pero sin más preámbulos tratemos de mirar lo mejor del año que termina.

A pesar de los vacíos y posibles incoherencias que pudiere tener, hay que reconocer la persistencia del presidente para la firma de la paz. Aquí ha habido seriedad y talante de estadista de Juan Manuel Santos. La segunda buena noticia, la recibimos por parte de la democracia en Colombia, en donde fue elegido Enrique Peñalosa a la alcaldía de Bogotá, como una de las pocas personas que le quedan para salvarla del caos en la que la dejaron administraciones anteriores. Por fin Bogotá tiene la posibilidad real de hacer el metro.

Muy bueno en el 2015, que el voto de opinión logró derrotar maquinarias electorales en ciudades como Bucaramanga, Cali y Medellín. Resulta hasta envidiable que personas del nivel de Alex Char regresen a la alcaldía de Barranquilla. Una noticia que en principio es buena pero que puede convertirse en mala si España decide reclamar, la de haber encontrado el galeón San José. No se entiende cómo la madre patria podría demandar y solicitar derechos por unas joyas que hace 300 años trataban era de robárselas. Otra, como sucede con nuestros deportistas, los triunfos de Mariana Pajón y el segundo lugar de Nairo en el Tour. Por lo que nos concierne e incide de manera directa, el triunfo de la oposición en Venezuela, que ojalá hacia el 2016, no termine en una confrontación institucional. Otra, la consolidación como escritor e intelectual de Juan Gabriel Vásquez con la presentación de su libro la forma de las ruinas.

Lo bueno y casi único en Cúcuta este año, el logro como mejor Icfes en todo el país que obtuvo la estudiante Laura Juliana Colmenares, así como destaco la celebración de la semana cultural y la presentación de un interesante libro que ya está en impresión, la vida de Eduardo Cote Lamus, que por estos días presentará César Camargo.       

Desafortunadamente en estos balances, las noticias malas le ganan espacio a las buenas. La primera, la crisis de los deportados generada por Maduro que muestran una frontera débil y sin mucho futuro para lo que viene. Muy malo para la ciudad y la región el que la sensibilidad del gobierno nacional por la crisis de la frontera ya está llegando a su fin, como era de esperarse, y como consecuencia de ello la medida de exención del IVA que dura hasta el próximo jueves que le había permitido a muchas empresas una recuperación importante, no se haya logrado extender. No se expidieron nuevos decretos eximiendo de impuestos en renta o patrimonio a las empresas y por ello, más que fortalecidas, algunas empresas más que generar empleos terminarán despidiendo trabajadores.

Muy malo para la ciudad que en cuatro años no se haya resuelto el tema de la semaforización, es terrible. Cúcuta sigue en el caos vehicular el desorden y la informalidad. Más que malo, triste y lamentable el regreso a la B del Cúcuta. Seamos optimistas para que en temas de ciudad y región, los nuevos mandatarios tengan aciertos.

Finalmente, les deseo unas felices pascuas y un venturoso 2.016.

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