Empiezo por decir que, en estas elecciones, Colombia perdió una oportunidad histórica de que triunfara una opción de centro, que era la mejor, la que necesitaba el país, la que mejor garantizaba un futuro en un mundo convulsionado y con el vecindario en graves problemas.
La gente joven alcanzó a reaccionar pero por pocos votos Fajardo no llegó. Hoy nos movemos y decidiremos con el voto entre 2 extremos que han hecho de estas elecciones las de mayor tensión en muchos años de nuestra historia.
Afortundamente llegamos hoy al final sin que nada grave haya sucedido.
El país a pesar de su intolerencia en muchos temas hoy llega a una decisión en la que elige presidente sin actos de violencia, muy lejos de ese tenebroso 89 en el que asesinaron 3 candidatos.
A las 6 de la tarde sabremos quien gobernará los próximos 4 años el país, y dependiendo de si es Duque o Petro, las diferencias entre uno y otro serán enormes para el futuro de Colombia.
En una opinión muy personal voy a señlar lo que no me gusta de los 2 candidatos. De Duque quien mostró ponderación en la campaña, no se dejó sacar “ de casillas “ en los debates, me preocupa algunas de las personas que pertenecen a su núcleo más cercano que probablemente, para mal, tendrán mucho protagonismo en su gobierno.
Alejandro Ordóñez ha expresado su deseo de llegar a ser fiscal general de la nación, y de darse esa posibilidad, realmente asusta a un fiscal persiguiendo todo lo que sea izquierda y hasta gente independiente, por el solo hecho de no estar de acuerdo con el gobierno, persiguiendo a los que lean a Rousseau, Voltaire, persiguiendo homosexuales.
Personas así, realmente asustan por las decisones que podrían tomar en un eventual gobierno, o la misma María Fernanda Cabal.
De Petro no me gusta su soberbia y autoritarismo.
Hace poco en alguna entrevista, si mal no recuerdo fue Robledo quien señalaba que Petro trabajaba en grupo, pero después hacía lo que se le daba la gana.
No respetaba al grupo. No habla bien del candidato de la Colombia humana que Navarro Wolff, un hombre de izquierda aterrizado, no se lo agunató en la alcaldía ni tres meses.
No creo que Petro instale aquí “ el Castrochavismo”, entre otras cosas porque unas son las instituciones de Colombia y otras las de Venezuela. Aquí en su momento la Corte Constitucional paró la segunda reelección de Uribe.
Además, Colombia es un país que de sobra produce comida. Desafortunamente el vecino país no.
Lo que se juega hoy Colombia es el futuro de quizás no solo de los próximos cuatro años, sino el diseño de sus políticas sociales y económicas que nos marcarán por muchos años.
Esta elección es un poco extraña, porque la campaña estuvo matizada por mentiras sobre los dos candidatos, con miedos, con calumnias que finalmente impactaron al elector. Lo que decían las encuestas, que por lo menos estuvieron acertadas el pasado 27 de mayo, es que Duque supera a Petro aunque este último le estaba restando diferencia. Solo falta esperar que hoy suceda lo mejor.